Teen Dance.

59.

El tiempo que habíamos acordado con Luca para confirmar nuestra relación ante el mundo había pasado, seis semanas que volaron y se hicieron agua entre nuestras manos pero fuego para lo vivido. Desde afrontar por primera vez una sentencia donde Fasaá eliminó del programa a Bolivia, hasta lo más mínimo que probablemente fue ir a almorzar juntos por primera vez sin levantar sospecha, lo cual había creído hasta que no abrí el teléfono y me di cuenta que nuestras fotos estaban en todo internet. Pero todo conllevó a no tener tan presente el momento y Darío se encargó perfectamente de recordarlo cuando llegamos el miércoles por la mañana a ensayar, después de haber despedido a los ecuatorianos que en la noche del martes también tuvieron que decirle chau a Teen Dance.

—Quiero día, horario, forma, todo.

—Dios. —suspiré negando y viendo a mi representante hacerme una mueca, porque no había podido conseguir darnos más tiempo incluso del que habíamos estipulado Luca y yo.

—Se acaban de ir los ecuatorianos, me parece que Teen Dance está bastante prendido fuego ahora, faltan siete grupos irse así que tenemos tiempo.

—Como yo maneje las estadísticas de este programa a ustedes no les incumbe, tenemos algo arreglado así que quiero fechas, ya.

—Dales una semana más Darío, no nos conviene quedarnos sin dramas después y los dominicanos no están siendo mucha ayuda con su tema. —le dijo Pame pero fue como si la hubiese ignorando ya que ni siquiera la miró.

—Andy y Sandra hace poco confirmaron también, y el público los quiere. —aportó Luca pero él no dejaba de mirarme a mí porque sabía lo que quería, estaba totalmente fascinado con todo lo que yo le aportaba a su estúpido show y ni aunque un chico de algún grupo se muriera le iba a dar tanta trascendencia como a cualquier boludez que yo pudiera hacer.

—Pidamos alguna tapa nueva. —sugirió Mario. —Que sea Alma ya que Luca salió en la de junio para TKM.

—No pero todavía faltan chicos salir en tapa y los auspiciantes se enojarían si le damos esa primicia a Gente o Paparrazzi, mejor que lo confirmen ellos. —recomendó nuevamente mi asistente, Luca me miró y me indicó que hablara porque él no era un problema, lo era yo con mis necesidades de que me conocieran por mi baile, no por esos dramas.

—Yo te dije que antes de terminar el programa. —le hablé a Darío. —Y para eso no falta mucho, en cuatro meses liquidamos y antes de que eso pase, vas a tener mi exclusiva.

—A mí no me vengas con eso Alma, no me estás dando nada, ni siquiera tus problemas legales puedo tocar y así no es el trato.

—Sin embargo cada vez tenés más gente por mí, y parte del trato es que hable con mis pies Darío ¿o si no cómo te pensas que atraigo a toda a esa gente?

—Denme fechas, no quiero darle más vueltas a esta conversación, día y forma. Ya. —determinó y yo bufé, él era de los pocos que junto a Mónica estaban en mi lista negra, porque no me iba a ir de esta vida sin hacerles pagar mínimamente algo, y con Mónica lo estaba logrando al menos un poco.

—Bueno eh... ¿la semana que viene? —surgió Luca mirándome, pero no le contesté ni con la mirada. —Que los chicos empiecen a levantar el rumor cuando les pregunten por nosotros, y para la semana que viene, el... lunes así el martes uno de los dos lo confirma cuando entre al Vivo.

—Listo, háganlos hablar a sus amigos y destápenme ese hecho. —dijo y se levantó para irse de la oficina donde nos había citado.

Los chicos ya todos estaban al tanto de nosotros, se los habíamos contado en la fiesta despedida de los bolivianos, en la casa de Luca, y todos prometieron guardar el secreto frente a las cámaras y ante cualquiera que por el simple hecho de ser nuestros compañeros les exigiera contarle de nosotros. Era un alivio no tener que escondernos frente a nuestros amigos, quería hacerlo de la misma manera frente al mundo pero llevábamos tan bien la relación que me asustaba pensar en cómo me podía afectar la fama que le darían a nuestra pareja, por los rumores, las malas intenciones y simples cosas que puedan arruinarnos sin darnos cuenta, no lo quería pero lo había establecido lamentablemente.