Teen Dance.

42.

Saludé a mis amigos antes de volver a verlos en unas horas y Luca me llamó para entrar, me acerqué al ventanal y cerré la puerta detrás de mí antes de seguirlo hacia arriba. Sigilosos pasamos por enfrente de las habitaciones de su mamá y hermanos y entramos a la suya, donde él ocupó primero el baño ganándome por orden de llegada.

Había sido una noche estresante y principio de madrugada también, nos quedaban cinco horas para dormir antes de ir al estudio donde el día iba a ser más que alborotado, ya que era el último tiempo para todo antes del martes, el estreno. No fue la mejor idea celebrar el cumpleaños de Luca el domingo por la noche, ya que todos estaban con ánimos de tomar y bailar, sin importar que algunos de los invitados fueran chicos del concurso y tenían que presentarse a las ocho de la mañana en el estudio como nosotros.

—El agua está excelente si te querés bañar. —me dijo al salir y yo me levanté para agarrar mi mochila y entrar al baño lleno de vapor.

Después de todo no había sido tan malo, disfruté el día desde el principio y festejé su cumpleaños como se lo merecía en realidad, imposibilitándome recordar lo que había sucedido en la habitación de aquella mansión. Me hacía sonreír enseguida se me venía a la mente lo hermoso que fue, sin meditarlo ni estructurarlo, hicimos el momento perfecto donde creí que iba a estar más tensa que relajada, pero fue simplemente pleno.

Luca supo relajarse y disfrutar como yo, desde el momento previo hasta los últimos en los que ambos sentimos llegar a un éxtasis de pasión increíble. Fue lindo y sin duda terminó de completar mi análisis de chico perfecto, porque no le faltaba nada para serlo, sólo ser mi novio y tan lejos ya no lo sentía.

— ¿La pasaste bien? —le pregunté acostándome a su lado, interrumpiendo su vista fija en la nada. Asintió con una sonrisa y se puso de costado para mirarme y abrazarme un poco.

—Re, desde temprano la pasé bien.

—Por qué será. —levanté ambas cejas y él se rió acercándome a su boca ya que mi cabeza descansaba sobre su brazo.

—Porque vos fuiste la encargada de hacérmela pasar bien. —dijo sobre mis labios y yo sonreí presionándolos con los míos para darle un beso, el cual siguió un poco haciéndolo más largo.

—Quisiera seguir pasándola bien, pero hoy va a ser tan insoportable el día con menos de cinco horas de sueño que no quiero ni imaginarlo.

—Tenés razón, hay que dormir, ya es lunes y mañana... empieza todo.

—Mañana. —asentí en suspiro.

Las semanas anteriores y los acontecimientos pasados, eran la nada al lado del que se venía, tenía que admitir que hasta yo me sorprendí de sentirme totalmente desorienta, no sólo con las cosas nuevas que vivíamos hora a hora del día, si no con los sentimientos encontrados que mi ser experimentaba.

Fasaá para acá, Fasaá para allá, esto, lo otro, mirá, tomá, probá, respirá, sonreí, disfrutá, viví.

Y hola Maximiliano Guerra, Reina Reech y Matías Napp. Nuestros jueces.

Nunca antes estuve tan nerviosa al ver un famoso, cuando el lunes por la tarde nos presentaron a Marley, fue genial porque él era súper buena onda y gracioso, de hecho se sacó hasta selfies con nosotros que subió a sus cuentas personales sin que se lo pidiéramos, pero cuando en la mañana del martes nos presentaron a Maximiliano Guerra como primer jurado, no sólo mi lengua se trabó, mis pies también.

La presión la sentí desde que nos miró ya fingiendo su papel del jurado malo, a pesar de haber sido buena onda, exigió sus requisitos y no tuve otra opción que hacer anotaciones mentales para no decepcionar a uno de los bailarines más talentosos de nuestro país. Reina, por el contrario fue pura energía y buena vibras, ella era de todo un poco en sus profesiones y me sentía afortunada de ser juzgada por ella en el mismo rubro, tal cual con Matías Napp, él era mucho más joven pero con una inmensa carrera, siendo el bailarín de la actualidad con más prestigio por haber sido el de muchos artistas famosos, principalmente el coreógrafo del programa más visto, ShowMatch, pero ahora iba a ser exclusivo de Teen Dance.