Teen Dance.

14.

Cerré los ojos un momento y los abrí para respirar hondo al mismo tiempo que me daba la vuelta para ver a Alexis. El incómodo momento de que mi ex me defendía de algo que ni siquiera era defendible me estaba pasando a mí, y lo tenía que afrontar.

—Dejá de joderla, te está diciendo que no.

— ¿Y al menos sabes a qué me está diciendo que no?

—Ale. —le llamé la atención. Parecía enojado pero sabía perfectamente que detrás de eso, eran celos. —No pasa nada.

— ¿Te está molestando? —me preguntó y lo escuché a Luca reírse, seriamente me miró y yo negué.

—No, está todo bien.

—Andá superman, andá dale. —lo echó Luca y mis reflejos fueron rápidos, inmediatamente dejé el plato en la mesada cuando en un segundo Alexis se acercó con intención de empujarlo.

— ¿Qué te pasa estúpido?

— ¿A vos qué te pasa? ¿Qué me tocas? —lo volvió a empujar Luca conmigo en el medio y antes de que se volvieran a empujar el uno al otro, lo paré a Alexis y escuché levantarse a los chicos que estaban más cerca.

—Alexis pará.

—Dejá de joderla.

— ¿Quién te crees que sos boludo? Tomatelas.

—Estúpido. —bufó y se soltó bruscamente de Facundo que lo estaba reteniendo para salir rápido del comedor, me di la vuelta a ver a Luca y tenía la misma expresión de enojado. Alejo estaba por detrás igual de desorientado que yo, porque el enfrentamiento fue claro.

— ¿De dónde salió este?

—Es nuestro compañero. —le dijo Facu y Luca frunció el ceño, agarré mi plato y me encaminé fuera del comedor, ignorando todas las miradas de cada uno de las personas que habían hecho un enorme silencio para que la tensión se sintiera peor.

Esperé abrir la puerta del camarín y no encontrar a Alexis, pero todavía no era momento de irnos y a otro lugar no se le ocurrió ir. Suspiré al verlo cabizbajo sentado en el sillón y apretando fuerte los puños.

—No era necesario, pero... gracias por defenderme. —le dije sin querer hacerlo realmente, porque la verdad es que no me había defendido de nada.

— ¿Estás en algo con él?

— ¿Eh?

— ¿Estás con él, están empezando algo? —preguntó levantando la mirada enseriada. Quise reírme pero dejé el plato en la mesita y me senté en el sillón frente a él.

—No, pero si lo estuviera no debería importarte.

—Alma terminamos hace...

—Terminamos. —le recordé. —Y no estoy en nada con nadie, pero si lo estuviera tengo derecho, soy una persona sin compromisos.

— ¿Por qué sos tan fría? —se quejó tapándose la cara con las manos, yo fruncí el ceño al escucharlo tan frustrado. —Actúas como si nada ante todo, ante mí, ante mis sentimientos... ¿por qué superas tan rápido las cosas?

— ¿Qué querés que haga Alexis? ¿Qué me ponga a llorar a deprimirme y comer helado porque lo nuestro no funcionó? No querido, lo lamento pero no lo voy a hacer, aparte vos y yo hicimos un trato.

— ¡Pero a mí me cuesta! —elevó la voz mirándome con los ojos llorosos. Me quedé totalmente estática. — ¡Yo sí te quise, te quiero, no te supero! Y verte con ese... saber que estás en algo ya con otra persona me duele, porque siento que lo nuestro te importó una mierda.