2.

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Puse un pie en las manos de Sofía y me impulsé para colgarme de la ventana así caía del otro lado, a mi cama. Intenté ser lo más silenciosa posible pero la cama rechinaba al recibir peso y ese mínimo ruido ya hacía mover al menos a dos o más chicas. Cuando se quedaron quietas sin señales de despertarse, me acerqué para darle la indicación a ella y como era más ágil, se subió sola y yo la ayudé pasando sus piernas así no hacía tanto ruido. Una vez dentro, saludé a Fabián que nos había traído en el auto y cuando se fue, cerré la ventana despacio. Me saqué las botas totalmente empapadas y la campera para ponerlas al final de la cama, seguí por el short y busqué una remera seca así podía acostarme.

—So ¿Vas a dormir conmigo?

—Bueno. —suspiró y terminó de cambiarse para subirse detrás de mí y abrazarme. —Tenés el pelo húmedo.

—No me digas.

—Estuvo bueno ¿no? Aunque ahora me cabe la duda de dónde era ese grupito. —dijo y yo me acosté de frente para mirar el techo.

—El chico que me hiciste mirar, me invitó a bailar.

—Ah se me hizo que era ese cuando te saqué de ahí.

—Sí, fue tan raro.

— ¿Por? —preguntó poniéndose de costado para apoyarse sobre su codo, una de las chicas chistó para que nos calláramos pero no le hicimos caso.

—No sé, sabía lo que teníamos que hacer cada uno.

—Entonces eso quiere decir que es bailarín profesional.

—Sí, pero no lo sentí profesionalismo.

— ¿Lo sentiste química? —se burló y rodé los ojos dándome la vuelta. — ¿Qué? Hicieron hablar a los cuerpos y si coordinaron es porque tuvieron química.

—Ajá.

—Uh era un chiste. —bufó y también se dio la vuelta para taparse con mi sabana, yo respiré hondo, química.

Un trueno volvió a hacerse escuchar y cerré los ojos haciéndome una bolita, me tapé los oídos todavía sintiendo tronar afuera y como ella no me abrazó, me saqué las manos de los oídos un momento.

—Sofi...

—Sos re tarada. —se quejó y se dio la vuelta para abrazarme.

—Gracias. —sonreí volviendo a poner mis manos sobre mis oídos así intentaba escucharlos lo menos posible. Ella me acostumbró a esto desde que tenía uso de razón, podía enojarse, ser la más forra del mundo o incluso yo me podía comportar para la mierda en ocasiones, pero estemos enojados y enfrentadas, si en la noche llovía ella me abrazaba, sin importar lo que pase. [*]


Mi pelo en el espejo se veía desastroso, con friz y toda esa maldita electricidad que le provocaba el agua, si no me lo peinaba y planchaba al menos para asentarlo, iba a tener el pelo mota literalmente. Salí de bañarme y enseguida prendí la planchita, Sofía se terminaba de cambiar pero elegía qué ponerse.

—No sé si ponerme algo cómo para practicar, o algo normal.

—Para mí vamos a empezar a practicar desde hoy, si los escenarios ya los conocemos, desarmados pero más que color y las cámaras prendidas no creo que agreguen.

—Y el público.

—Bueno pero para eso falta, primero tenemos que armar la corografía bien sin que Alejo sea un estúpido a la hora de agarrarte y para esas cosas del show y demás, falta un montón.

Teen Dance.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora