Luca todavía estaba enredado a mí y dormía con los labios entreabiertos, diría que roncando un poco también pero eso arruinaría su imagen de perfección, sin embargo para mí lo hacía más real, más hermoso y más mío de lo que ya era en cuanto le di un beso en el mentón. Me salí de su agarre y busqué mi celular para ver la hora, eran las ocho y mi alarma todavía no sonaba, entrabamos a las diez al estudio así que teníamos tiempo, por lo que me fui a bañar y salí del cuarto dejándolo dormir un rato más para prepararnos el desayuno.
Sofía estaba hablando por teléfono en la cocina y yo parpadeé al verla, no desayunaba en el departamento hace tiempo y verla caminar con naturalidad por ahí fue raro, pero después de todo era suyo también así que me quedé callada esperando a que terminara de hablar, sin que ella me viera.
—Está bien lo voy a hacer... que te digo que sí tonta...dale. —dijo y al darse vuelta se sobresaltó al verme, la miré extrañada porque rápidamente cortó y quiso ocultarse la cara con sus manos.
—Perdón.
—No... no pasa nada.
—No quería interrumpirte, pero no sabía que estabas...
—Vine anoche, porque...—suspiró y yo caminé hacia la heladera para sacar la leche. —Mirá Alma no es que no quiera que conozcas a...
—No tenés por qué justificarte, no puedo juzgarte por sentirlo así y no me voy a enroscar con eso, hay muchas cosas que son preferibles dejarlas de lado antes de que esto se arruine más ¿sabes?
—Yo quiero que volvamos a ser las de antes.
— ¿En serio? —me reí sarcástica, ella bufó pero no podía estar diciéndolo en serio. —Sofía por favor, yo no cambié mi actitud con vos, mi novio no me cambió tampoco, así que si querés ser como antes, fijate qué podes cambiar vos.
—No dijera que era tu culpa ni la culpa de que tuvieras novio, lo asumo, es toda mía aunque Luca viva más acá que abajo.
—Bueno por algo será, más allá de que sea mi novio estoy todo el tiempo sola, ni siquiera sé por qué seguís pagando si no vivís acá, estás todo el día con tu novio.
—No sabía que te molestara tanto.
—Sí, me molesta. —le dije reconociéndolo mientras la miraba a la cara. —Me molesta que hace meses estés con él y no tenga la intención de conocerme, pero más me molesta que vos lo apañes, porque evidentemente nunca le contaste de mí y yo creí que era parte de tu historia, creí que teníamos códigos y desde que salís con él nunca los tuviste... lo priorizaste y de eso no me quejo, pero no tenías por qué olvidarte de todo Sofía, yo no lo hice y no sólo me puse de novia, tengo miles de problemas, sin embargo estoy constantemente intentando fortalecer algo con vos que de tu parte no le das importancia.
—No es así Alma...
— ¿Y cómo es? Explicame, porque ya estoy cansada de creer que te tengo cuando no es así.
—Es que...—sus ojos se llenaron de lágrimas, los míos estaban a punto pero quise mantenerme fuerte, ya había llegado a esta instancia y no quería debilitarme, hace meses esperaba sus respuestas y que llorara para decirle que no importaba, no iba a ser el caso de hoy.
— ¿Qué?
—No es Martin. —dijo por lo bajo, yo tragué.
—Sos vos.
—No...
— ¿Entonces?
—Es Martina.
Mi instinto no fue rápido, porque no lo comprendí de inmediato, de hecho el nombre de mi mamá impactó en mí hasta entender a lo que se refería, y creo que fue peor.
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Teen Dance.
Teen FictionPROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN. OBRA REGISTRADA. El concurso de baile más famoso de adolescentes, llegó a Argentina después de triunfar en Estados Unidos sacando a las estrellas más codiciadas de aquel reality. Con propósito de no sólo sacar a co...