Teen Dance.

26.

Aparte de que el baile me haya sanado parte de la angustia que estaba sintiendo, cuando todos nos aplaudieron y Luca me bajó de su hombro para abrazarme, fue aún más gratificante que todo el momento previo, porque sus abrazos y su alegría me contagiaban, sus intentos de mantenerme con la misma sonrisa desde más temprano hasta el momento eran lo que parecía necesitar y él sabía cómo hacerlo, por lo que sentirme feliz de algo que logramos juntos, siendo aplaudidos por todos, era perfecto.

Los productores y coreógrafos no dejaron de aplaudir, así como todos nuestros compañeros debajo del escenario y enseguida nos separamos un poco, vi como Loru y los demás coreógrafos hablaban entre ellos, la sonrisa de orgullo de Darío y Flavio, los productores, me hacía sentir mucho mejor al entender que les había gustado y probablemente consideraran que lo que habíamos armado ahorrándoles el trabajo a ellos estuvo bien.

—Es un inútil el que no quiere bailar esto. —dijo Loru por el micrófono y nosotros nos reímos, pero él estaba bastante fascinado con Luca y conmigo lo demostraba desde el principio, por lo que sentí su comentario sólo un halago. Me importaba mucho saber qué pensaban los productores y en cuanto Darío le pidió el micrófono, unos nervios acrecieron en mí por saber si quería usar la coreografía pese a su sonrisa.

—Primero que nada quiero agradecerles, es increíble que no hayan dejado pasar ni un día y hayan inventado tan magnifica coreografía. —dijo y todos volvieron a aplaudir, se sentía bien ese aplauso, y me gustaba mucho más compartirlo con Luca a mi lado.

Desde arriba pude ver la cara inexpresiva de Agustina, estaba sentada contra la pared aislada de todos, ya que sus amigos estaban con otros chicos y Luca abrazado a mí. Si le gustaba o no, no me importaba pero definitivamente iba a ser bueno verla bailar nuestro invento.

— ¿Qué piensan los profesionales? —preguntó a los coreógrafos, Loru aplaudía contento así que ya sabíamos su opinión.

—Para mí, es esta. —dijo Maite cuando agarró el micrófono y al pasárselo a Octavio nos aplaudió, asentí en agradecimiento.

—A mí me encantó chicos, estoy impresionado de la química que lograron tener para mostrarnos tan linda creación.

—Gracias. —le dijimos los dos al unísono y el micrófono fue a Perla.

—Me encantó, ya mismo quiero aprenderla así los ayudamos a todos a saberla también.

—Yo quiero que sea esta, así que produ pónganle los ojos encima a estos dos que yo les veo futuro, ¡Chicos por Dios, hicieron una coreografía en menos de un día! —chilló Esmeralda y nosotros nos reímos como ellos, el micrófono volvió a Darío que hablaba con Flavio y quien lo agarró fue éste último.

—Los felicito por haber creado algo para todos, nos encantó y creo que a todos sus compañeros también, así que yo digo que sea esta. —dijo mirando a Darío, él asintió y todos los chicos aplaudieron, así como Alejo y Facu silbaron e hicieron más barullo de lo normal.

—Viste, nadie puede negarse a tu encanto hasta para el baile. —me abrazó nuevamente Luca y yo sonreí para mirarlo.

—Esto es de los dos, y no hubiese quedado así si no fuese por vos.

—Sólo quise ser eco de tu enorme talento. —se burló y yo me reí soltándolo para bajar del escenario y saludar a los chicos. Por un momento me había olvidado que las cámaras no estaban filmando y en cuanto las vi, me tensé con su presencia nuevamente pero saludé a mis amigos y los chicos que nos felicitaban.

Todos los grupos fueron enviados a desayunar si lo deseaban y prepararse para sus ensayos, ya que la mañana iba a estar dividida todos los días de la misma forma, al entrar el ensayo general, después el desayuno y descanso y nuevamente los ensayos pertenecientes de cada grupo, si es que no tenían reuniones o las cámaras presentes para hacer alguna otra cosa.