47.

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Sabía que ella se despertaba como mínimo antes de las ocho, y por eso me puse la alarma a las seis de la mañana sin importar llegar antes del estudio. Sofía ni siquiera había dormido así que ambas íbamos a ser retadas por Mónica, por lo que no me preocupaba tanto sabiendo que iba a recibir esas quejas con mi amiga.

Me cambié rápido en la oscuridad y saqué de mi mochila el sobre con las entradas para Cata y Lourdes, se las dejé debajo de las almohadas y me acerqué a dejar una para Maga con una carta aclarándole de que las llevara ella, porque no quería verla a Mónica tampoco ahí, su cuarto era el único que tenía una enorme televisión, que me mirara por ahí. Salí por la ventana con cuidado de no hacer mucho ruido y la cerré con la misma precaución cuando estuve del otro lado, crucé la calle y Gastón estaba esperando en su auto mientras bostezaba del sueño, pero había prometido llevarme, ya no era mi problema si no había dormido.

—Necesito pasar a comprar un agua.

— ¿Para qué?

—Me tengo que lavar los dientes, no me gusta sólo usar enjuague bucal. —le dije y él hizo una mueca, pero estacionó frente al kiosco de la parada del colectivo.

Lavarme los dientes en el auto fue horrible y muy incómodo, pero no quería matar algún seguidor que estuviera en la puerta o a quien saludara en cuanto entrara, por más que no besara a nadie en la boca, porque no pensaba saludarlo así a Luca, necesitaba mis dientes limpios. La suerte de que fueran pocos los chicos que estaban afuera me hizo entrar más rápido al estudio después de sacarme fotos y saludar, me apuré a maquillarme y peinarme para empezar y me fui a desayunar con Ángela y Nina, que también habían llegado temprano.

—Estoy nerviosa por hoy, es el primer show después de que se hayan ido los chicos de Pura Adrenalina. —dijo Ángela. — ¿Ya habrán llegado a Perú?

—Seguramente, ¿cuándo se fueron?

—El domingo. —dijo Nina y yo fruncí el ceño.

—Obvio que llegaron, seguramente en el día.

—Ah, pensé que quedaba muy lejos.

—Fueron en avión. —le dije y ella se encogió de hombros, levanté ambas cejas y aparté mi desayuno para levantarme. —Me voy a preparar chicas.

— ¿Vas a salir a saludar? Hay mucha gente ahora, porque todos están llegando y hoy siempre vienen más.

—No creo, ya saludé.

A los pocos que estaban ahí, que por ser martes y siete de la mañana eran demasiados ya, aunque sabía que en la noche iba a ser peor cuando saliéramos porque siempre era un descontrol cuando el programa estaba en vivo.

Entré al pasillo de los camarines y vi a Fede y Alan entrar con Luca al suyo, me apresuré a entrar al mío antes de que me vieran pero a Federico se le ocurrió darse la vuelta, por lo que fue inevitable que me viera.

—Eh fierita, buen día.

—Buen día. —lo saludé e iba a cerrar mi puerta pero me siguió hablando.

—Están volviéndose locos esperando por vos afuera, deberías ir a saludar o decirle a Alejo que avise que ya estás acá, apurate porque está llegando. —me dijo y yo asentí en agradecimiento, cerré la puerta y me senté en el sillón para enviarle un mensaje a Alejo, porque la verdad era que no tenía muchas ganas de salir.

La puerta se abrió y esperaba que fuera alguno de mis compañeros o Loru, pero fue Luca y parecía enojado porque cerró la puerta fuerte.

— ¿Dónde dormiste anoche?

Teen Dance.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora