Teen Dance.

21.

Después de que la cámara terminara de grabar parte de nuestro ensayo y nuestras discusiones por la coreografía, todos nos sentimos más aliviados de saber que iban a tensionar a otros, porque con nosotros la presión fue demasiada. Alejo fue el responsable de hablarles y mostrarles cómo nos manejábamos, él quería hacerlo y aunque los demás me delegaron esa responsabilidad a mí por ser la líder, me sentí aliviada de que se ofreciera porque pude ocuparme de seguir mostrándoles a los chicos y a Loru cosas de lo que se me ocurría para la coreografía grupal.

Al terminar el ensayo ya sabiendo que podíamos irnos a casa, nos dimos cuenta que mi gran amiga la lluvia no se pudo contener más y silenciosa fue cayendo con mínimas gotas, como para empezar. Un trueno podía resonar en cualquier momento y me empecé a mentalizar que ese tipo de vergüenza no podía pasar frente a los que no conocía y mucho menos con las cámaras rondando el estudio.

—Chicas nos vemos mañana, nos vamos rápido antes de que llueva más fuerte. —dijo Facu acerándose rápido a saludarnos.

—Dale, vayan.

—Tranquila, es agua. —me besó la mejilla Alejo y se fue rápido saludándose con Alexis.

—Fierita, te quiero decir algo. —me dijo Sofi siguiendo a la heladera.

— ¿Qué?

—Es que... Martín me quiere venir a buscar y...

— ¿Y me vas a dejar sola? —le pregunté en forma de broma, pero hizo una mueca asintiendo. Tragué. —Sofi está lloviendo.

—Pero tiene auto y... ya sé que llueve pero...

— ¿En serio me vas a dejar?

—Quisiera llevarte para que te alcancemos pero no está listo y no lo quiero presionar a eso.

— ¿Me estás jodiendo?

—Por favor, esta vez nada más. —me agarró de las manos para apretármelas de forma de consuelo, lo que nunca iba a necesitar sin admitir. —Es lluvia nada más y Alexis se va directamente a la casa, podes ir con él.

—Sí, claro. —aparté mis manos de las de ella y me encaminé a salir de la sala, pero me siguió obligándome soportar el nudo que tenía en la garganta.

—Alma no te enojes, ya sé que le tenés miedo pero pensá que algún día no voy a estar y vas a tener que superarlo.

—Ajá.

—Por esta vez nada más, te prometo que voy a intentar hacer lo posible para que la próxima te conozca.

—No hay drama, no te preocupes. —le dije parando para poder mirarla. —Pero vos y él pueden irse a la re puta madre que los parió.

Me fui soltándome de ella bruscamente para entrar al camarín, y como sabía que también tenía que entrar, agarré mi mochila y me encerré en el baño. No iba a llorar porque era absurdo sentirme traicionada o descartada por mi mejor amiga, sabía perfectamente que tenía que superarlo sola, y no sé por qué pensaba que siempre iba a estar cuando podía existir el momento en que no estuviera, sin embargo enfrentarme a la lluvia sola tan pronto no me lo imaginaba, al menos no por el descarte que hizo mi amiga tan rápido por un chico.

Me bañé rápido y salí encontrándome con Alexis terminándose de cambiar, yo guardé mi ropa en la mochila y acomodé la del día siguiente en el ropero, sin hacer mucho ruido me preparé para enfrentarme a la lluvia.

— ¿Vas... a tu casa?

—Sí.

— ¿Querés que vaya con vos? —me preguntó y negué sin darle importancia.