56.

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Dani me contó cada detalle de su extensa luna de miel, donde visitaron más de cinco países para conocer de ellos sus mejores playas, o algo así dijo. Él estaba tan exaltado que de alguna manera me contagiaba su energía, pero mi mente no podía dejar de pensar en la petición de la mamá de Luca, ni siquiera le encontraba sentido a su pedido cuando su hijo, el que ella asumía conocer, era tan reservado que para sacarle información tenía que extorsionarlo más o menos, por lo que ser la responsable de alejarlo de ella era absurdo cuando sabía que estaban distanciados mucho antes.

No quería arruinarle esa felicidad a Luca de haber conseguido el puntaje más alto y ver a su primo después de meses, la visita de su familia había sido demasiado motivo para que esa energía se desgastara y no quería que fuera así, por lo que me limité a sonreírle y fingir que todo estaba bien cuando en realidad sentía una presión enorme en el pecho por no saber qué hacer al pedido de su mamá, sin embargo no pensaba dejarlo si estaba esperando eso definitivamente.

— ¿No te molesta?

—No, en serio, vamos. —le dije y Dani aplaudió tontamente.

—Ay sí, vamos por sushi. —festejó y se fue a subir a su auto, mientras que Luca me abrió la puerta del suyo para ir al departamento, cancelando el festejo con mis amigos y Carlitos una vez más después del show.

Salimos con el auto custodiados por otro auto donde iban Javier y Marcelo, nuestra seguridad personal, avanzamos por la avenida en silencio porque yo intentaba convencer a Facu de que sacara fotos al novio de Sofía porque ella dijo que lo iba a llevar, pero él me peleaba diciéndome que no lo iba a hacer, ya que las probabilidades de que mi amiga estuviera mintiendo eran muchas.

—Podemos ir a cenar con tu tío mañana ¿te parece?

—Sí, no hay problema. —le dije con mi mayor esfuerzo de aparentar que no me importaba, pero en realidad si lo hacía y me angustiaba no poder ir. Dani había sido buen convencedor de todas formas y ya había accedido por lo que no debía quejarme.

—Gracias por subir la foto con los chicos, estaban contentos de verte.

—No hay de qué, pero creo que estaban más contentos de verte a vos, después de todo son tus hermanitos y son pura inocencia.

—Lo sé y los quiero, de hecho los extraño un poco, pero bueno ya crecerán y nos haremos amigos. —dijo y yo rodé los ojos.

—Podés ir a buscarlos al colegio un día y llevarlos al estudio, o a merendar al departamento así también ven a Cajón, lo extrañan.

—Ya veré.

Suspiré y esperé a llegar al departamento donde su primo se había invitado a cenar sin consultarnos, pero no podíamos decirle que no cuando se encargó hasta de comprar el sushi, el cual no iba a comer porque a mí no me gustaba y esperaba que quedara el horrible arroz que Luca había hecho en la noche porque no pensaba comer otra cosa.

— ¡Lo peor es que era horrible! —dijo Dani exaltado, nosotros nos reímos porque contaba una anécdota de cuando estuvieron en México y otro gay quiso tirarse a Pedro. —No sé qué esperaba, porque este no le iba a dar ni la hora.

—Es que no sabía que estaba casado, hasta que no me vio el anillo obvio.

—Igual algunos son re zarpados, hay cada gato dando vuelta que te asombra. —dije yo levantando ambas cejas y Dani me miró asombrado.

—No me digas que le están rondando a Luquitas.

—Nada que ver.

—Todo el tiempo, pero bueno son fans. —hice comillas con los dedos y Luca me empujó un poco haciéndome reír.

Teen Dance.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora