Capitulo 36

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Corté la llamada con un gran suspiro.

Después de todo, sus llamadas no eran tan seguidas como él mismo había prometido.

Era lo mejor, si seguía llamándome muy seguido no iba a poder concentrarme en mi trabajo más tarde, y sumándole a todo eso iba a ser un problema si el encargado me veía hablando por teléfono en horas de trabajo.

Observé a Namjoo mientras ella terminaba de preparar su café y se sentaba frente de mí en la mesa, tenía una suave capa de maquillaje pero lo lograba cubrir sus marcadas ojeras.

Al parecer no había dormido lo suficiente.

Desde ayer que la notaba extraña, muy extraña.

No había salido de su habitación cuando Hyunsik se despidió de mí, solo se encerró sin decir nada más.

Había salido hace unos minutos a desayunar, pero su mirada estaba fija en su taza mientras ponía varias cucharadas de azúcar para su gusto y el de cualquier persona que la observara.

-Namjoo.

No se inmutó, en su lugar siguió poniendo más azúcar.

¿Qué le estaba pasado?

La noche pasado me había detenido más de una vez a su puerta con la intención de golpear, al no obtener respuestas había supuesto que se encontraba dormida, pero su rostro me decía todo lo contrario.

Su silencio se sentía muy incómodo, más que de costumbre. Antes aunque sea me hablaba sin mirarme directo, pero ahora ni siquiera escuchaba su voz.

-Namjoo.-esta vez levanté más mi voz y tomé su cuchara entre mis manos antes de que su taza rebalsara en azúcar, ya había obtenido suficiente.

Me miró asustada no entendiendo el cambio en mi voz, hasta miró a sus lados, como si alguien la fuera a atacar para luego notarme frente a ella.

Sus ojos inundados en tensión pasaron a ser de alivio.

Le hice señas a su taza para que viera lo que había hecho por estar distraída, miró sorprendida y suspiró sonoramente mientras la dejaba a un costado.

Me puse de pie para prepararle un nuevo café.

Era la primera vez que la veía en ese estado, siempre era muy atenta en lo que hacía. Tenía que haberle pasado algo muy grave como para que actuara de esa manera.

Volví a la mesa y deposité frente a Namjoo otra taza de café mientras volvía a tomar mi lugar frente a ella.

-Ya tiene azúcar.-agregué antes de que vuelva a estropearlo.

Asintió pero no bebió, empezó a revolver lentamente con la cuchara, nuevamente mirando un punto fijo.

-¿Qué es Namjoo?-susurré.- ¿Estas bien?

-¿Oh?-dijo mirando en mi dirección.- ¿Necesitas algo?

No había escuchado ninguna de mis dos preguntas.

-¿Qué te está pasando? Estas perdida Namjoo, y tu teléfono no para de sonar desde temprano. ¿Qué está mal?

Ya me ponía nerviosa su sonido de llamada, lo había escuchado sonar una y otra vez sin parar, si volvía a llamar sea quien sea, sería yo la que contestara.

-Lo siento.-murmuró con dolor mirándome por un segundo a mis ojos, pero volvió a bajar su mirada.-Lo siento por todo.

-¿Por qué pides perdón? Solo quiero saber si estás bien.

Promesas vacias- BTOBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora