Capitulo 53

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Precaución.

Fue lo que pensé en toda la noche.

Y en formas de cómo decirle a Hyunsik sobre el error que había cometido.

Debería dejar de llamarle "error", no era la palabra indicada para referirse...

Esa misma mañana cuando me levanté Hyunsik ya se había ido, tenía que ensayar y no podía podíamos llegar juntos a Cube.

Salí de mi habitación y me senté frente a Namjoo, ella había preparado el desayuno, el cual no tenía deseos de comer.

-Hyunsik dijo lo esperes en el estacionamiento, cuando tu horario de trabajo termine.

¿Hyunsik? ¿Por qué me esperaría en el estacionamiento? ¿Ya se había enterado? ¿Namjoo le había dicho?

Miles de pensamientos comenzaron a invadir mi mente, y mi amiga vio el miedo en mi rostro.

-Él no lo sabe.

Suspiré internamente.

Miré la taza frente a mí sintiéndome una tonta, ¿Cómo podía tener miedo de que Hyunsik se enterara?

Él sí o si lo iba a saber tarde o temprano, no podía mentirle, había prometido no esconderle ningún secreto.

Y pronto estarían los resultados de los análisis.

Pero... era tan difícil mirarlo a la cara y decirle lo que me estaba pasando.

Tomé la taza entre mis manos para sentir el olor a café y activar mi mente, pero no era lo que yo esperaba.

¿Té? ¿Por qué té?

Namjoo vio que me estaba poniendo de pie con mi taza en mano y me detuvo.

-El café le puede hacer mal...-susurró.-Al bebé.

De nuevo, volvía a sentir una profunda tristeza y las lágrimas amenazaban con salir en cualquier momento.

A partir de ahora tenía que cuidarme, por el bien del beb...

Pero... hace una semana atrás yo había bebido mucho alcohol, más de la cuenta... y había salido a correr...

Y si... ¿Lo había dañado?

-Namjoo...-susurré con un gran nudo en mi garganta.-No debí tomar alcohol... hace unas semanas.

-No lo sabías.

-Si le hice daño...

-No, no pienses eso.-dijo tomando mi mano entre las suyas.-Él bebé está bien, y tú estás bien. Solo prométeme que te cuidarás.

Asentí.

-Y tienes que hablar con Hyunsik, recuerda que eso es lo primordial ahora.

-Lo sé.-dije tragando el nudo que se había formado en mi garganta.

-Y tienes que comer, por favor, prométeme que comerás y no te saltearás las comidas.

Sus ojos suplicaban que haga lo que ella me pedía, palabras de preocupación de una amiga que temía por mi salud y la del... be...

¿Por qué no podía decirlo correctamente?

-Si no quieres desayunar aquí, come en Cube.

-No tengo hambre...

-Por favor.

Asentí para tranquilizarla.

Debería dejar de actuar como una tonta niña a la que había que decirle más de una vez las cosas que tenía que hacer.

Promesas vacias- BTOBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora