Capitulo 65

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Pasado.

Hyunsik:

El momento en que te conocí, aún es muy claro en mi mente

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El momento en que te conocí, aún es muy claro en mi mente.

Cuando te paraste en frente de mí muy seria, para luego voltearte a enfrentar al sub-director, defendiéndome para que él no me castigara por llegar tarde.

Era un alumno nuevo en ese extraño colegio y todavía no te conocía, no sabía ni siquiera tu nombre cuando en ese instante... me pareciste muy interesante.

Pero como un tonto solo te pude susurrar "Gracias", nada más que esas simples palabras, ni siquiera pude despegar mi mirada de tus ojos cuando me devolviste una sonrisa y asentiste.

Me había quedado muy quieto mirándote, me di cuenta cuando un leve sonrojo cubrió tus mejillas y te volteaste rápidamente siguiendo con tu camino de regreso al colegio.

Fui idiota por actuar de esa forma, pero era la primera vez que una persona me parecía tan interesante.

No sabía la razón, pero había algo fascinante en ti, algo que no me dejaba apartar la mirada.

En secreto te observé, desde la otra punta del salón de clases, como te reías con tus amigas y a veces mirabas en mi dirección.

Tenía muchas ganas de hablarte, de saludarte cada vez que llegabas y te veía sentada leyendo libros.

Pero... no sabía cómo empezar.

Hice rápidamente amigos, pero a mí solo me importabas tú... quería sentarme a tu lado y ver esa sonrisa de cerca como el primer día que nos conocimos.

Más de una vez te sonreí cuando me mirabas, solo para ver si me devolvías la sonrisa.

Pero no lo hacías, solo me mirabas seria y corrías lentamente tus ojos de nuevo hacia otro lado.

¿Por qué?

No sabía el motivo, me confundía.

"Eres tímida", llegué a pensar.

Pero ya mi mundo se había vuelto más brillante, con solo mirarte de lejos.

Debido a ti me sentía diferente, más feliz.

Cada vez que volvía a las salas de ensayo para practicar me sentía con mucha energía, me sentía invencible solo con el simple hecho de volver a pensar que mañana te volvería a ver.

Hasta que el día llegó y me pude acercar, estabas en uno de los tantos jardines del colegio, era la hora de nuestro tiempo para comer cuando saliste del salón de clases.

Ninguna de tus amigas te siguió y estaba agradecido por eso.

De pie, mirabas detenidamente el cielo, como las nubes grises se arremolinaban oscureciendo la soleada mañana que vislumbré en mi camino hacia aquí.

Promesas vacias- BTOBDonde viven las historias. Descúbrelo ahora