{15} Acuerdo

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[ Martes 26 de Mayo, 2009 ]






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Lentamente, abro mi mirada, reconociendo de inmediato el cansancio que abraza a mi cuerpo. El silencio me hace sentir fenomenal, con ningún deseo de dejar aquella atmósfera tan inmensamente tranquila. Sin embargo, el ajetreo lejano en las calles londinenses logran despertarme por completo, avivando el animo el hecho de no saber por qué me encontraba sola en la oscura y gigante habitación. Me incorporo perezosa, teniendo vista más clara de todo a mi alrededor. 

Por una sentencia de tiempo, mis manos caen en mi pecho, sobre la zona de mi corazón, sintiendo el ameno palpitar de mis latidos, mientras mi mente es inundada con imágenes fugaces de lo sucedido la noche anterior. En medio de mi pecho se desata una intensa emoción, que es responsable de mi feliz sonrisa y del entusiasmo que siento al salir de la cama. En la habitación contigua se encuentra el baño, tomándome así los minutos que necesito para una reponedora ducha. 

—Buenos días, Catherine.— aun afectada por su presencia al regresar, soy capaz de responder a su saludo, removiéndome levemente inquieta ante la inspección tan severa que su mirada me dedica. —¿Cómo te sientes está mañana?— pregunta y cuando permito que mi mirada se detenga en la suya, soy atacada por un exquisito cosquilleo. 

Indebidamente, pienso, se acerca a mi, regalándome la visión más espectacular de su mirada. Esta brilla de la manera en que el grisáceo cielo de Londres debería hacerlo. Una belleza impresionante e hipnotizante. 

—Muy hambrienta, la verdad.
—El desayuno está esperándote.— anuncia y una vez más nos sucede aquel extraño fenómeno.

Nos observamos como si tuviéramos la necesidad expresar muchas cosas. Miles de pensamientos que hemos mantenidos en lo más privado de nosotros. Sin embargo, nos observamos únicamente. Un comportamiento que es misterioso, delicado y dulce, muy intenso también tal cual la energía que él proyecta sobre mi. Era desconcertante e increíblemente encantador. 

—Te vestirás y comerás primero. Tengo algo que mostrarte después.
—¿De qué se trata?
—De nuestro acuerdo. Donde se estipula las condiciones de nuestra relación.— aquello hace que mi respiración levemente se desestabilice, no teniendo tiempo alguno de preguntar más cuando él me pide rapidez, dejando la habitación de igual manera.

{ I } SUEÑOS INOCENTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora