La reunión se había prolongado por casi dos horas, por lo que encontrarme cerca de las 10 de la noche juntando carpetas no era una sorpresa, ni mucho mejor de agrado. Camino por la habitación con una pequeña ruma sujetada por uno de mis brazos, mientras con el otro me dedico a echar un vistazo a mi celular al cual, por lo demás, no había prestado atención desde esa tarde justo antes del inicio del encuentro.Curiosa por lo que me muestra la pantalla, me detengo por un momento, dejando sobre la mesa la pesada ruma para poder contestar así el mensaje de Samantha, mi mejor amiga. Con un entusiasmo únicamente suyo, ella me invita a salir esa misma noche, olvidando al parecer que aun debo levantarme muy temprano a la mañana siguiente. Se lo recuerdo con un par de palabras y un emoji que muestra mi lamentación.
Antes de continuar con mi deber, me ocupo en dejar mi cabello libre de la coleta que le estaba presionando desde esa mañana. Lo desordeno un poco para que mi mollera se sintiera algo más liberada y agradablemente, resulta. Miro alrededor de la habitación, tomando las últimas carpetas desde la mesa de manera ciega, posicionando las recientes carpetas en el top de la pequeña ruma. Dispuesta a tomarlas entre mis manos, me volteo deteniéndose mi cuerpo en un remesón igual de intenso que el brillar oscurecido en su mirada. Un pequeño gruñido es contenido en mi boca, mientras algo aturdida y nerviosa inspecciono la cercanía de su cuerpo con el mío.
—Señor Fassbender.— musito, sintiendo como poco a poco el pequeño susto provocado era aliviado. —Pensé que ya no se encontraría aquí. Lo siento.— comento únicamente para justificar mi reciente actitud.
Ningún gesto en particular veo en su rostro. Él únicamente, de manera tan cómoda y precisa, avanza dos pasos a mi dirección.
—Bueno, sigo aquí.— calla por un segundo.—Señorita Perret.— susurra finalizando su frase anterior y no sabía que decir o como responder a continuación.
¿Había algo que responder de todos modos?
Enseguida, recuerdo pestañear y respirar, percibiendo como un cosquilleo, algo extraño, pero ya muy continuo, comienza a sentirse por partes importantes de mi cuerpo.
—¿Puedo ayudarle en algo?— pregunto, teniendo pronto su negación; su rostro se mueve de lado a lado con elegante calma.
Agacho mi mirada un instante, juntando mis labios y pensando en algo que decir, pero, era inútil. Nada parecía ayudar. Vuelvo a mirarle, conectando con la maravilla que tenía por ojos. La energía que transmiten es siempre impresionante, y como sucedía a menudo, mi cuerpo, de pies a cabeza, se estremecía suavemente ante aquello.
—Al parecer, ha terminado muy bien la reunión.— comento por fin, sintiendo como el silencio y su inusual calmada actitud estaban provocando estragos en mi.
Él hace un pequeño gesto con sus labios y otro muy fugaz con sus hombros, levantándolos casi sin animo alguno.
—Ha sido aburrida y para nada provechosa, honestamente.— me hace saber, sabiendo, completamente sincero.
ESTÁS LEYENDO
{ I } SUEÑOS INOCENTES
Roman pour Adolescents✓ ❝sé que vas a quererme sin respuestas...❞ Cuando se conoce al primer amor, tan dulce y peligroso, ¿se puede escapar de aquella aventura? Catherine Perret y Sebastián Fassbender tienen la respuesta. Ella una bella joven americana y él un cautivado...