[ Lunes 13 de Julio, 2009 ]
‹‹Miro mis manos y un pequeño quejido escapa de entre mis labios cuando las telas alrededor de mi muñeca se hacen más fuertes. Tiran de ellas y vuelen a hacerlo después, causando más dolor y cuando elevo la mirada, queriendo hablar, nada más yace frente a mí que total oscuridad.
¿Qué cubría mi boca? Ni una palabra era capaz de salir de ella. Solo intento de murmullos y ahogados quejidos, de la misma forma en que los suaves movimientos de mi cuerpo intentan expresarse. La oscuridad se hace más prominente y una oleada de frío cubre todo lo que soy.
Mis muñecas arden y ahora mis murmullos son intentos de gritos, los cuales por unos segundos ahogan todo el temor que siento hasta el instante en que la calidez de suaves caricias siento sobre mis manos. El gesto es amoroso y tranquilizador, haciéndome sentir en un estado de paz que había deseado.
Observo frente a mi y pido, a través de mis murmullos, que quien sea se encuentre ahí se haga ver. Necesitaba saber quien era el dueño de tal paz, sin embargo, lo único que consigo es más oscuridad. Es una ola que crece y crece hasta cubrirme por completo.››
Respiro profundamente y me ordeno tranquilidad. Ahora, mi mirada se enfrentada a la casi completa oscuridad en la que mi habitación se encuentra y en mi mente se repite una y otra vez que solo se ha tratado de un sueño.
Y creo seguir haciéndolo cuando me doy cuenta de que sola no me encuentro. Sus ojos azules se acoplan perfectamente a la oscuridad que nos rodea, sin embargo, puedo ver claramente que me observa y la suave caricia que siento en mi mano me hace notar mucho más.
—¿Una pesadilla?— susurra y lentamente alejo mi mano de su brazo, donde los últimos segundos se había mantenido sujeta con una fuerza que quizás era exagerada.
—Creo...— contesto, considerando ahora la posibilidad de ello.
Sin duda, había tenido más tinte de pesadilla que de un simple sueño.
—No ha sido nada...— susurro después, ya cuando me encuentro sentada en mi lugar, copiando la postura casi completamente relajada que él tiene.
Rápidamente, mi mirada le examina una vez más. Se encuentra semi vestido. Veo más de su piel que lo habitual y eso me fascina tanto como el aura tan pacífica que le cubre. Es como si de pronto no existiera ni una sola presión o exigencia de las que siempre parecen haber para él.
—Lo has dicho como si lo creyeras realmente.— dice mirándome directamente y sus palabras me hacen confundir un instante y quizás debido a eso es que agrega un poco más. —O como si no tuviera importancia.
—¿Qué importancia podrían tener?
—Como los sueños, suelen mostrarnos lo que esta oculto en lo más profundo de nuestra inconciencia y eso puede ser deseo, amor, miedo. Las pesadillas son simplemente más oscuras y verdaderas y quizás por eso, odiamos y sufrimos tanto al tenerlas.
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{ I } SUEÑOS INOCENTES
Teen Fiction✓ ❝sé que vas a quererme sin respuestas...❞ Cuando se conoce al primer amor, tan dulce y peligroso, ¿se puede escapar de aquella aventura? Catherine Perret y Sebastián Fassbender tienen la respuesta. Ella una bella joven americana y él un cautivado...