[ Miércoles 22 de Julio, 2009 ]
Chicago
Observo a Elise de reojo, escuchando aun las palabras de Sebastián a lo lejos, desde su despacho. Seguía en lo que parecía una interminable llamada telefónica. Una vez terminara, era nuestro momento.
Me acerco a mi hermana y ella me habla nerviosa, diciéndome que no será capaz de hacer lo que le he pedido.
—¡Lo harás bien! Solo actúa normal...— le digo y ella hace una mueca tremendamente nerviosa. —Serás solo unos minutos.— agrego, viendo como ella mueve sus manos ansiosa.
—No me creará ni una sola palabra, Catherine...— me dice angustiada.
—¡Lo hará!— le digo optimista, más de lo debido quizás. —Has fingido con mamá y papá un millón de veces. Puedes con esto.— ella hace otra mueca para nada contenta por lo que le he dicho.
Ambas respiramos al mismo tiempo. No quería demostrarlo, pero estaba igual de preocupada que ella. Sebastián no era alguien fácil de persuadir. Él podría leer entre líneas perfectamente.
—Siento la demora...— escuchamos y ambas le observamos.
Él se encuentra detenido en la entrada principal del comedor con sus ojos azules vacilando entre nosotras. Carraspeo mi garganta y sonrió hacia él.
—Elise está lista. Pueden comenzar cuando quieras.— le digo e inmediatamente, él accede.
Me pongo de pie y le cedo mi puesto, mientras la mirada de Elise se mantiene en mi como gritando por ayuda. Ella toma su pequeña libreta y me sorprendo al ver que realmente tenía un par de preguntas anotadas.
—Bueno, primero quiero comentarte que haré una pequeña introducción con lo que he recolectado sobre tu trabajo y la empresa. Luego de eso, vendrán las preguntas y respuestas que ahora me darás...— dice y prosigue excelentemente.
Me quedo unos segundos más solo para asombrarme con la actuación de mi hermana. Era increíble que ella no se tuviera ni una pizca de fe.
Cuando ella hace la primera pregunta y Sebastián da sus primeras líneas como respuesta, desaparezco del lugar. A paso rápido, pero sigiloso, me escabucho hasta su gran y hermosa oficina, sabiendo, cuando la puerta se cierra a mi espalda, que mi tiempo es preciado.
Toda la hazaña que mi hermana estaba efectuando era simplemente para mantener a Sebastián ocupado unos minutos, mientras yo buscaba algún tipo de contacto que me pudiera llevar a Dan Bowlby.
Solo hace tres días habíamos regresado desde Londres y todo lo sucedido allá había, al final del viaje y luego de lo que Henry había compartido conmigo, incrementado solamente mis deseos de hablar con Dan Bowlby. Sabía las consecuencias que esto podía tener, tanto las negativas como las positivas, pero, no podía resistir. Amaba a Sebastián y no estaba dispuesta a rendirme así de fácil.
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{ I } SUEÑOS INOCENTES
Novela Juvenil✓ ❝sé que vas a quererme sin respuestas...❞ Cuando se conoce al primer amor, tan dulce y peligroso, ¿se puede escapar de aquella aventura? Catherine Perret y Sebastián Fassbender tienen la respuesta. Ella una bella joven americana y él un cautivado...