{42} Novios

4.2K 257 15
                                    

[ Lunes 22 de Junio, 2009 ]

Chicago

Me pongo de pie, suspirando apenada y desanimada, tomando el último sorbo de agua que hay en mi vaso, ahogando mi tristeza en lo más profundo de mi alma

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Me pongo de pie, suspirando apenada y desanimada, tomando el último sorbo de agua que hay en mi vaso, ahogando mi tristeza en lo más profundo de mi alma.

—¡Cathy! ¡Cariño!— reconozco su voz enseguida y sin espera alguna, me volteo y corro a su encuentro, enfrascándonos en uno de esos abrazos tan fuertes que solo él puede darme y que siempre me han hecho sentir tan bien; tan protegida.

—Siento mucho la demora, pequeña mía...— susurra depositando dos besos, uno en cada una de mis mejillas, haciéndome sonreír feliz por el gesto.

—Estás aquí. Eso es todo lo que importa.— digo y es él quien me sonríe esta vez con aquel cariño paternal que chorrea por sus ojos, mostrando siempre un orgullo enorme, también.

—Cuando tu madre dijo que estabas molesta...— negué suavemente a lo que diría. —Sabes que suele exagerar de repente.— le corto y enseguida me muevo para que así tomemos asiento en nuestra mesa. —No he podido reunirme antes porque he estado...pendiente de otras cosas.— hablo y su mirada me sigue atento, como siempre se ha mostrado conmigo.

—¿Mucho trabajo en la cafetería?— pregunta y oh, guardo silencio por unos segundos.

Había olvidado que mi padre no sabía mi actual situación, bueno, como todas las personas que me rodean, la verdad.

—No mucho. Estoy tomando solo un par de días a la semana y...— alargo, con inevitable nerviosismo por su posible reacción. —Renuncie. Este será mi último mes.— sin duda, mis palabras son una gran sorpresa para él, porque es obvio que no entiende mi decisión, que posiblemente piensa es tan arrebatada.

—¿A qué se debe tal decisión?— quiere saber y contesto de inmediato solo para demostrar una seguridad con la cual no cuento en lo absoluto. —Quiero mi tiempo completo para...enfocarme en la elección de la universidad y lo que estudiare, y todo...lo demás.— digo y mi padre solo asiente a mis palabras, con una lentitud que conozco muy bien.

—Espero que sea eso y no ese chico...— sus palabras alzan mi alarma hasta las nubes y joder, ¿sería que Elise había abierto su chismosa boca?

—¿Qué chico? — pregunto, interpretando el papel de la más estúpida del universo.

—Tu madre dice que hay un chico y sinceramente, por tu reacción, pienso que es verdad.— dice con una tranquilidad en la cual no quiero caer, recordando que es abogado, él sabe cómo manejar todo tipo de situaciones a su conveniencia.

—Entonces...— susurra y vuelvo a clavar mi mirada en él inmediatamente. —¿Quién es el suertudo?— sus palabras me roban una delicada sonrisa, suspirando después ya totalmente rendida, sabiendo también que podía contarle solo lo que necesitaba saber.

{ I } SUEÑOS INOCENTESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora