CAPÍTULO 9

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—¿Qué haces? —No parece asutada por estar flotando, más bien maravillada.

—No te voy a soltar hasta que prometas que te vas a arreglar y me vas a llevar a las carreras que va mi hermano. Y no digas que no sabes, que mi hermano te ha llevado más de una vez.

—Esta bien, pero bájame. —Satisfecha, hago lo que me pide.

     Reviso unas bolsas negras. Saco un short de piel negra con cadenas escasas. De otra bolsa saco una blusa de manga larga de encaje, es muy transparente pero el sostén cubre lo necesario. También saco una chaqueta negra y unas botas negras. Hoy seré como una gótica de cabello rubio.

—Elije lo que quieras de las bolsas negras.

     Entro al baño para cambiarme de ropa. Me cepillo el cabello, me pongo un anillo de infinito y una cadena de oro.

     Al salir arreglada, volteo a ver a Alex que trae un pantalón negro con una blusa roja y una chaqueta tinta, ella no es tan alta como yo así que se puso tenis con tacón, nada despampanantes. Creo que esos ya los traía porque yo no los compré.

—¿Lista para pasar la mejor noche de tu vida?

•••

     Después de manejar por más de cuatrocientos kilómetros, y parar a platicar a algunos lugares. Convencí realmente a Alex de que me revelara la ubicación de las carreras. Aunque estoy segura de que vi sus manos temblar apenas llegamos aquí. No se siente segura si no es con James con quien está en este sitio.

—Nos van a violar aquí —repitió Alex por millonésima vez. Yo aguanto las ganas de reír también por millonésima vez.

—Claro que no, tú eres una exagerada. —Ruedo los ojos, sonriente—. Ahora dime: ¿quién dirige estas carreras?

—Es un chico rubio que siempre está por allá. —Apunta por donde se ve la salida de los autos.

      Muevo el auto por en medio de toda la gente, ellos se separan como si este mereciera respeto. Sabía que James nunca dejaría las carreras y menos si se quedaba con mi auto. Hice un berrinche cuando mis padres me obligaron a regalárselo para que pudiera ir a otro estado a estudiar, alegaron que nunca fue mio sino de los dos. Fue culpa de James por mal acostumbrarme al siempre dejármelo cuando lo exigía. Ahora agradezco que él se lo haya quedado, porque sino yo ya no lo tendría seguramente.

     Rebasamos a lo que parece ser el comienzo de las carreras. Bajo del auto, Alex también lo hace y cuando está a mi lado la tomo de la mano. Se nota que ella no es de moverse sola por estos rumbos. Cuando lo hacía siempre era bajo la intervención de James.

Malditos CazadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora