Abro los ojos pero los vuelvo a cerrar rápidamente debido a que hay mucha luz. Ahora más consiente, soy capaz de abrirlos para mantenerlos así. Volteo a mí alrededor tratando de orientarme. Estoy en una habitación amplia con tres paredes tintas, la cuarta a mi derecha es un ventanal. En frente mío hay una pantalla; a mi izquierda un ropero y una puerta.
Veo el reloj de mi muñeca, son las cinco quince de la tarde. Alarmada, me levanto rápido de la cama donde estaba. Cuando mi cuerpo entero se endereza, experimento un mareo que me hace sentir ganas de sentarme. Permanezco quieta un momento, para estabilizarme.
Segura de que puedo accionar mi cuerpo sin sentir que todo tiembla, camino a la puerta de la habitación. Se supone que salgo de la escuela a las tres de la tarde. Soy una debilucha de mierda, no puedo desmayarme dos horas cuando hoy tengo tantas cosas que hacer.
Detrás de la puerta encuentro el barandal de un balcón que rodea el segundo piso de una casa que parece ser del tamaño de una mansión. Cierro los ojos concentrándome para que mi mente viaje por el aire explorando mí alrededor. Como lo supuse, es una casa demasiado grande. Las escaleras se encuentran a mi derecha y la puerta de salida al frente. Al comprobar el camino a seguir para salir, busco alguna presciencia en la casa, no siento a nadie.
Apurada, troto a las escaleras. Las bajo con cuidado ya que mis músculos aún no funcionan del todo bien. Abajo, la puerta se convierte en mi próximo destino. Tengo que llegar a la casa antes de las cinco treinta, de lo contrario Alex llegará primero y si no me encuentra se va a preocupar. Puede estar en un estado de tristeza absoluta, pero no es ciega y ella sabe todo lo que me he estado sobre-exigiendo este tiempo, estando al tanto de mi falta de energía.
Justo cuando abro la puerta, una mano se pega en ella, volviendo a cerrarla. Me volteo, sorprendida por no haber sentido a nadie en ningún momento. Lo miro, consternada. Es imposible que acabe de llegar, no hay ninguna otra entrada. No sentí sus corrientes de aire y tampoco las siento ahora. Ese adormecimiento de músculos me ha dejado más débil de lo que imaginaba.
—No te puedes ir, Nancy. —Tyler me mira a los ojos, sin desear una negativa de mi parte.
—Tyler, tengo muchas cosas que hacer como para quedarme aquí. —No hay manera de que su propósito se esfume ante lo que sea que le diga, pero vale hacer el intento—. Gracias por tu ayuda, pero ahora no tengo tiempo de descansar y tú también tenías un compromiso.
Vuelvo a girar a la puerta y me dispongo a empujarla para salir de aquí. Soy interrumpida cuando giro la perilla, ya que él me eleva con facilidad, cargándome. Tardo en reaccionar, debido a su inesperada acción. Hago intentos de que me baje, pero son en vano debido a la poca fuerza que mi cuerpo lucha por crear.
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Malditos Cazadores
FantasyLa humanidad es amenazada por una guerra, una en la que el vencedor tendrá en sus manos el destino de la raza humana. Un enfrentamiento entre los que son capaces de controlar los elementos, y los que son inmunes a ellos. Controlley contra Cazadoras...