CAPÍTULO 75

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—Has estado mejor que lo usual, hermanita, ¿a qué se debe? —Santiago pasa su brazo por mi nuca, colgando su muñeca en mi hombro. Es más agradable ahora, ha aprendido mucho, Santiago ha superado mis expectativas y se ha convertido en una grandiosa persona con intereses más fijos.

     —No lo sé, sólo me divierto, supongo.

    —Estás siendo la Nancy que me dio una paliza ese día. ¿Realmente has estado bien estos días? —Viro mi cabeza, centrándome en su expresión.

     —Eso creo, Santiago. ¿Cómo está Sara? —Sé que él no tiene malas intenciones, pero yo no puedo fingir que no recuerdo el drama que hizo sólo porque no tuvimos sexo. Aún me es penoso estar cerca de él, hemos decidido hacer como si eso nunca hubiera pasado pero el suceso sigue viviendo dentro de mí.

     —Mis padres cuidan de ella, aunque casi no he hablado con ellos, aún no me quieren decir cómo está el asunto de que yo no sea su hijo. —Su rostro no demuestra nada, así que yo sigo preguntándome qué le duele y qué no.

      —Sospecho que estás siendo un poco malo... A fin de cuentas, ellos te cuidaron, fueron tus padres.

     —Lo sé, entiendo eso, pero lo que me enoja es que se nieguen a decirme cómo terminé en sus brazos. —Muerdo mi labio, porque aunque yo quiero saberlo igual, sé que posiblemente me tendré que resignar a nunca enterarme bien y sólo aceptar que tenemos la misma madre.

     —No te separes mucho de ellos, recuerda que esto es una guerra, y pueden morir en cualquier momento.

     James, Alex y mi sobrina, por ejemplo. No he tenido comunicación con ellos en semanas, pero supongo que será mejor mantenerlos alejados por el momento, sin que ellos sepan dónde me muevo u algo por el estilo. Cazadores han comenzado a llevarse a controlley para exigir información.

      —Está bien, hasta luego. —Sin más, se suelta de mí para huir de mi campo de visón. Suspiro, creo que él realmente tiene miedo a mostrarse débil, sin embargo, desde mi experiencia, no me hizo mal ser transparente ante lo mal que me encontré.

     Recojo los palos del suelo, dejándolos al lado de las cuchillas. La curiosidad aborda a mi ser justo cuando veo el filo de esas armas, así que agarro una e intrépida, la paso por mi vena de la muñeca, hundiéndola arduamente. En cuanto la saco, escurro sangre, pero unos segundos después veo cristales azules en el medio y la herida cierra. Soy una cazadora y controlley, ambas razas están actuando al máximo en mi interior. A veces me mareo, hasta hoy no se ha encontrado el balance dentro de mí, he roto cosas o explotado otras, realmente estoy adaptándome. Me es extraño que mi lado cazadora no se desarrollara hasta ahora, por lo que he analizado concluyo que fue por desgastar tanto mis elementos, pero ni siquiera se desató ese día frente a los cazadores que me mataron. Tyler también desarrolló su lado controlley, pero no sé cómo, ¿habrá pasado por un proceso natural?

Malditos CazadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora