CAPÍTULO 55

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Continuo observando la puerta, la primera vez que la toqué como ahora, fue esa mañana que vine a recoger mi mochila. Inquieta, pongo mi atención en mis pies, talón, punta, talón, punta, talón, punta.

       La puerta se abre con rudeza, haciéndome dar un pequeño brinquito. Mis ojos se encuentran con los de Tyler, rojos.

—¿No te quedo claro que no te quiero aquí?

—No me iré se aquí de nuevo, no sin aclarar las cosas. —"Al menos esa es la intención".

—Todo está decidido, Nancy. —Eso me dolió, y lo peor es que sé que dijo mi nombre a propósito—. No te quiero volver a ver si no es para matarte.

—¿Y por qué no me matas ahora? —Aprieta sus labios, impaciente y furioso porque di en el blanco. No está preparado para enfrentarme, porque detrás de todo su odio, aún me ama.

—Vete de mi casa, no estoy dispuesto a seguir viendo tu desagradable rostro. —Intenta cerrar la puerta, pero la tierra se adhiere a ella, pegándola en su lugar.

—Me veo del asco, Tyler, no lo dudo. Pero por lo menos, no necesito de una eternidad para pensar bien las cosas. No puedo culparte de lo que toda tu raza hace.

—¿Piensas que yo no maté a tus padres?

—Ellos no están muertos.

—Tal vez, y sólo tal vez, yo no les he hecho nada a tus bastardos padres, pero tú, tu mataste a los míos. Provocaste un catastrófico accidente en contra de las personas que yo más amaba, y eso nunca te lo voy a perdonar.

—No fui yo. ¿Qué tengo que hacer para que me creas?

—Desaparecer de mi vida. —Cierra la puerta, haciendo uso de su increíble fuerza, para tronar la tierra.

—¡Maldición! ¿¡Por qué eres tan estúpido!?

—¡No regreses nunca! —Inhalo, exhalo, inha... a la verga todo.

—¡Chinga a tu puta madre!

••• 

Narra James

Le pateo el balón a Sam, como final del partido, anota el gool al oponente. Todo mi equipo estalla en gritos de euforia, pero yo, sólo salgo de la cancha. Únicamente sigo jugando para aparentar que mi vida sigue igual de siempre. Aunque todo últimamente haya estado tan tenso.

      Mi novia ha estado teniendo fuertes dolores en el vientre, y Nancy no está para ayudarla. He tratado de controlar el agua como ella hacía, pero es un trabajo extremadamente tardado para mí, no soy igual a mi hermana.

     Estoy muy preocupado por ello, tengo miedo de que en cualquier momento pueda perder a nuestra hija. Alex ya ni siquiera se preocupa mucho por sus estudios, está más al pendiente de la criatura que crece dentro de ella que de la escuela.

Malditos CazadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora