CAPÍTULO 72

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Narra Tyler

—Eso significa...

     —Sí, señor, todo fue planeado. Lo que tiene en sus manos son las verdaderas evidencias.

      —Puedes irte. —Jude asiente, y en silencio se retira de mi habitación.

      Sigo sosteniendo las hojas que me dejó, aquí está todo, toda la verdad, la traición. Mi error.

     —Joder, joder. —Tomo fuerte mi cabeza, hundido en el arrepentimiento, en la decepción, sintiéndome el más crédulo de la naturaleza—. ¿Qué hice? ¿Qué hice, padres?

       Mi propia familia mató a mis padres, supe lo que se sentía estar sólo, sin las personas que me habían dado su amor desde el inicio de mi vida, y aun así, me dejé llevar por el rencor artificial y le implanté el mismo dolor a la persona que más amo. Gruño fuerte mientras me descontrolo por completo. Rompo las paredes con mis puños, lanzo mi cama por el balcón, trueno cada cosa que me encuentro y cuando mis energías de cazador se agotan, algo más sale de mí, los elementos. Un temblor azota el vecindario ya destruido, nadie sale de sus casa gritando despavorido porque todos los humanos de mi alrededor han sido asesinados o secuestrados, y eso me quiebra un poco más.

      Cada pedazo de odio cae como un ladrillo destrozándose después de un golpe. Nancy... ¿qué mierda hice?

      Escucho a los niños gritar mi nombre, es cuando veo que fuera de la casa se desarrolla un tornado que no hace más que acrecentarse mientras mis sentimientos negativos me dominan.

      —¡Tyler, Tyler! ¡Hay un tornado, fuera, es inexplicable, tal vez mi familia viene por nosotros! —Mitzy abre la puerta de mi habitación, y se petrifica cuando me ve perdido, su hermano detrás de hace lo mismo.

      No me importa que presencien mi llanto, me importa Nancy, me importa el daño con el que la exploté, el haber seguido toda mi vida ideales incorrectos. Estoy desecho, y no veo esperanza. La perdí, la perdí después de toda mi desconfianza. Aprieto mis parpados. Perdí mi oportunidad de ser feliz.

     Cada beso, cada caricia, cada historia, cada confesión, cada miedo, cada sentimiento, todo lo que hizo fue sincero desde el inicio y yo no lo valoré.

     —Tyler, tranquilízate, controla tus elementos, estás afectando la temperatura de todo el país. —Una señora que no conozco de nada camina a mí, siendo cuidadosa.

      Sollozo siendo castigado por mis culpas. Me hago una bola en la esquina del cuarto, negándome a ser un monstruo, a ser capaz de hacerle tanto mal a la persona que amo.

      La señora consigue juntarse a mi cuerpo, no duda en abrazarme, y ahí me deshago por completo. Son los abrazos los que siempre me hacen un mar bestial, soy débil en los brazos de las personas.

Malditos CazadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora