La humanidad es amenazada por una guerra, una en la que el vencedor tendrá en sus manos el destino de la raza humana.
Un enfrentamiento entre los que son capaces de controlar los elementos, y los que son inmunes a ellos. Controlley contra Cazadoras...
Le "dedico" este capítuloaunachicaquemealegrolasemanaconsusvotos, graciasMinnie2306pordemostrarqueleesestelibro, yquete ¿gusta?💖.
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—¿Entonces, la hierba es la vida de un prado? —Ana hace un gesto confuso, tratando de entender a su amigo Rodri.
—Exacto, es como las hojas de una flor, casi pasan desapercibidas, pero son necesarias para su belleza y sobrevivencia. —Ambos asienten, pensativos.
Arrugo mi nariz imaginándome como sería un prado sin la hierba creciendo en la tierra. No sería un prado, sería más bien un paisaje lleno de tierra, sin la vida necesaria para cumplir su propósito. La reflexión más emocionante que he tenido en toda mi vida.
Hay veces que no pensamos en detalles tan pequeños como el: ¿Qué es lo que ocasiona el movimiento de las alas de una mariposa para que pueda mantenerse flotando en el aire de esa manera tan celestial? ¿Qué es lo que hace a un prado tan especial? O algo tan simple como ¿El cómo se forma un arcoíris? Detalles que siempre dejamos pasar desapercibidos por el simple hecho de que pensamos que si son posibles, no hay mucha ciencia para saber el cómo es posible.
Hoy me levante con el recuerdo del medallón, esa madrugada en la que mi habilidad siendo utilizada sobre este, logro que yo fuera alejada bruscamente de él; y me quedé pensando qué fue lo que pudo ocasionarlo.
"A toda fuerza de acción corresponde una fuerza de reacción". La fuerza de acción fue la corriente de aire que yo utilice y la de reacción, es la que ejerció el medallón. Sabemos que la primera fuerza provenía de mí, pero la fuerza de reacción provenía del medallón. Ahora, yendo más a fondo, la fuerza que yo ejerzo proviene de la habilidad que tengo y un medallón no tiene eso, lo único que puede igualar la corriente de aire que yo utilicé, sería otro controlley. Considerando que la fuerza venia del medallón y el susurro que escuche...
—Hay un controlley encerrado en el medallón —erróneamente expresé en voz alta.
—¿Qué dijiste? —Ana me mira curiosa, yo sonrío con inocencia. La posición en la que están me indica que estaban conversando de algo importante para ellos, mientras yo me ocultaba en mis divagaciones.
—Olvídenlo, sólo fueron mis raros pensamientos saliendo a flote. —Ambos asienten como si lo que acabo de decir fuera cosa de todos los días, supongo que les pasa seguido.
