CAPÍTULO 34

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―Vaya, no imaginé que te hicieras tan rápido de mí hermana. —Nos detenemos, atentos hasta que James se pone frente a nosotros, con su novia tomando su mano.

—James...

—Déjalo hablar a él, Nancy —me cortó mi hermano. Tyler libra su curiosidad sobre mi hermano.

      Precavida, Alex sirve de barrera entre los dos amigos. Yo sé que Tyler no golpearía a mi hermano por esto, no puedo asegurar lo equivalente de James. No me gusta para nada su comportamiento inmaduro.

―No voy a herir a tu hermana, James.

―Te prometí lo mismo cuando comencé a andar con Alex. Sabes que la he lastimado a pesar de ello.

—No soy tú.

—Pero eres una persona, y las personas herimos. —Suspiro.

—¿Qué pretendes, James? No dejaré que lo ahuyentes de mí.

—Tendría que pasar más que un simple hermano celoso para que yo me aleje de ti. —Me aprieta.

―¿Y qué es lo que tendría que pasar? —James le eleva las cejas, retador.

—Ya, detente. No quieres que me cabree —dije. Aprieta sus labios.

—Te advierto que si lastimas a mi hermana, así como tú, me olvidare de que eres mi mejor amigo y no me lo pensare dos veces antes de partirte la cara.

―Me parece justo. ―Se encoge de hombros, sin dar paso a esa posibilidad. James me mira a mí.

―Si este imbécil que tengo como mejor amigo hace que derrames una sola lágrima, ¿me ayudaras? ―Asiento, con el ambiente más ligero.

―Cuenta conmigo, hermano. ―Él sonríe.

      ¿Cuánto tiempo pasará para que tengamos que golpearlo? Tal vez nunca he estado enamorada. Y hablando seriamente, aún no lo estoy de Tyler. Pero, sé perfectamente que las promesas en una relación son lo mismo que tener un alacrán como mascota y al tomarlo esperar que no te pique, sólo porque confías en él. El alacrán te picara aun así (en la mayoría de los casos), porque esa es su naturaleza.

      La naturaleza de los humanos es lastimar a la gente que más confianza deposita en ti, convirtiendo a dicha persona en un blanco fácil.

       Y está que aunque Tyler no pretenda, tarde o temprano acabará perjudicando mi ser. Fio gran segmento de mí en él y eso es peligroso. Sólo espero que el daño que obre sea reparable y logremos culminarlo.

―Mi trabajo aquí está hecho. ―Nos dejan solos. Venía directamente a alterarnos el muy desgraciado.

―Parece que James tomará venganza de cuando le partiste la cara ―bromee sobrestimando su risa. Me inquieto cuando en lugar de ello se coloca en frente de mí.

Malditos CazadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora