Al ver la transmisión en la que un extraño detective conocido como "L" enfrenta a Kira, Sayuki Mei no dudó en quedarse completamente enamorada de alguien a quien no se le ha visto en persona. Esto hace que la joven, de 18 años de edad, empiece a inv...
– ¿No quieres hacerlo? –Le pregunté a L mientras él estaba sentado tomando café.
– ¿Lo qué? –dijo mirándome, con una sonrisa en su rostro.
Me ruboricé, inmediatamente apartando la mirada.
–Eres muy rara, Mei–ríe, botando unas pocas gotas de café que le mancharon parte de la camisa–No tienes que ponerte así. Lo que quieres es algo normal.
–Lo está malinterpretando todo...– en mi cabeza chocó mi mano contra mi frente, en la vida real, solo suspiro frustrada.
–No–Volví a verlo–Hablo de...Nuestro...–me quede callada, sin saber bien cómo explicarme.
–Ehm, ¿Nuestro qué? –mueve su cabeza hacia un lado terminando de tomar su café.
Paso varios minutos así, sin moverme y sin hablar, así de simple, sin poder explicarme. Elegir las palabras adecuadas para que L no se burle de mí, es un trabajo muy difícil –Perfecto Mei, casi un año con él, han compartido muchas cosas juntos y aún te preocupa lo que piense– Reflexiono. ¿Debería importarme tanto? No. Debe entenderlo ya. Si se lo digo, si suelto todo...
–Mei–me llama de una manera seca–No tengas miedo.
Me sorprendo, pues así no es como lo diría él. Enderezo mi espalda, firme, preparada para escupir mis palabras, ridículas, absurdas.
–Eso que hacíamos con las manos–digo con voz temblorosa. Abre los ojos como platos, colocando su mano en la barbilla. Se queda así un rato–Si no te acuer...
– ¡Ya sé! –exclama, levantándose de la silla con delicadeza–Así, ¿No?
Maravillosamente, junta sus dedos a excepción del dedo índice y el meñique. Repito el gesto y lo juntamos.
–Es diferente–susurro, viendo nuestras manos.
–Muy extraño, sí–sigue con su expresión seria.
Diferente, mucho.
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El sonido de la lluvia, es tan apasionante. Como hace tiempo, me dedico a pasear por un lugar tan grande como este, perdiéndome, y pensando en cosas sin sentido alguno, sonriendo, siendo feliz –Kira...Kira Blanco...Death Note– Me lleno de euforia con tan solo pensar en cosas tan simples y sin completo interés...En parte, estoy mintiendo, porque sin eso, esta investigación sería algo estúpido. E idiota.
–Un hermoso día de otoño–abro los brazos, empezando a caminar un poco más lento– Un precioso 5 de noviembre.
Respiro, exhalo. El frío se apodera de mi cuerpo y me hace sentir tan bien, ¡Demasiado bien para ser verdad! Mechones de mi cabello me tapan toda la cara, porque a pesar de estar adentro, hace viento – ¿Quién prende el aire acondicionado ahora? – Sospecho, cerrando los brazos, abrazándome. De repente, escucho un ruido.
