Capítulo XXXV "Esclavo de tu alma"

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–Eres una persona muy desagradable

Takeshi comenzó mi día con las peores palabras posibles. Desde que dejamos a Mello por mi personalidad impulsiva, Takeshi lo único que hacía era regañarme o echarme en cara lo adusta que era; llegó un momento en el que se cansó y no me dirigía la palabra. Con esto me doy cuenta que puede ser muy bipolar.

No lo miraba a la cara. Mis ojos estaban atrapados en la forma cómo movía mis pies de un lado a otro aguantando la calidez del ordenador en mis piernas, estaba caliente a pesar que desde hace una hora no lo uso. Takeshi puso una mueca moviendo la cabeza de lado a lado negando.

(nunca he querido que me mires)

–Y te pones con eso ahora–dice de forma repugnante– ¿Te das cuenta que debimos explicarle todo a Mello?

–Lo hará Near–respondí seca moviendo el mouse de un lado a otro para atrapar archivos que debía guardar–Además, Mello no nos entendía.

Takeshi suspiró levantando los hombros con dramatismo. Era la primera vez que se mostraba en su forma humana desde que lo vi por primera vez, ahora todos a nuestro alrededor podían escuchar nuestras peleas o conversaciones sin sentido. Apoyó sus codos en sus piernas y se tapó la frente con las manos. Se notaba exhausto.

– ¿Por qué trajiste dos maletas? –cambió de tema jalándose las ojeras con las palmas de sus dedos. Suspiré, sabía que alguno de los dos iba a estallar pronto.

–Porque vamos a Japón–le sonreí en tono burlón.

– ¿Nos quedaremos tanto? No hace falta, lo sabes–di una carcajada al mismo tiempo en el que él se acomodaba de su incómoda postura–Yo no quiero quedarme.

–Necesito ir allí–deletreé empezando a cansarme–Si voy con Light, será más fácil darle información a Near.

Takeshi me cerró el ordenador de golpe y por el susto di un brinco en mi asiento pegando un chillido. Takeshi se acarició el cabello agarrando varios mechones y uno por uno los iba peinando, al mismo tiempo intentaba relajarse respirando profundamente. Yo, apretaba la parte derecha de mi pecho tosiendo y respirando siguiendo el ritmo del silbido que provocaba Takeshi, creando una melodía. –Rondo e Capriccio–reconocí de inmediato.

–Estoy harto de ese chico–se rió sonándose la nariz–Podría terminar con esto aho...

Takeshi paró al darse cuenta de que una mujer le estaba hablando. Ni él ni yo la habíamos visto llegar. "¿Sabe dónde están los baños?" Preguntó la mujer. Takeshi negó con su cabeza y la señora dando las gracias escapó para hacerle la misma pregunta a otra persona. Bufí aguantando la risa.

–Me parece divertido que otros te vean–Takeshi levantó una ceja, por eso me digné a hablar de otra cosa más interesante.

–Aun así...No los puedo matar.

– ¿De qué hablas? –Inquirí echando la computadora a un lado–Eres un Shinigami.

Mi mano sintió el tremendo calor que el ordenador emitía y lo primero que hice al dejarlo fue soplarme mi palma y dedos. Takeshi sonreía nervioso mirando al suelo, era interesante verlo estresado por lo menos una vez en la vida, muy pocas veces se ponía de tan mal humor y mandón.

–Las personas que no tocan la goma no pueden morir aunque yo las mate–me confundí. Cuando él se dio cuenta no dudó es responderme–Si a la Death Note se refiere.

–Entonces si las puedes matar–alcé la voz inquieta–Me dijiste la otra vez que no tienes pecados y que...

–Mei–me detuvo–Puede que sea alguien muy malo para aclarar todo lo que es...Acerca de mí–asentí con la cabeza e hizo lo mismo–Si mato en mi forma humana, no tendré pecados. Ya estoy muerto, ¡No vale de nada! A la mierda el cielo y el infierno, yo soy un Shinigami. Pero no puedo desobedecer órdenes.

Moño Dulce-L Lawliet (Death Note) #DNWattys2016yOCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora