Al ver la transmisión en la que un extraño detective conocido como "L" enfrenta a Kira, Sayuki Mei no dudó en quedarse completamente enamorada de alguien a quien no se le ha visto en persona. Esto hace que la joven, de 18 años de edad, empiece a inv...
Takeshi y yo no íbamos con el resto. Light se extrañó mucho al respecto, pero me era más cómodo ir como un tercer grupo a pertenecer a uno de los dos bandos. Pues, yo no estaba ni en el bando de Near ni en el de Light, yo pertenecía al grupo de L. Por lo tanto, Takeshi y yo no somos aliados de nadie; nadie es aliado nuestro.
Y hoy, veintiocho de enero, la verdad saldrá a la luz.
—Ese profesor nos hizo un gran favor al traernos—rió Takeshi— Me alegro que tu idea de venir caminando no se cumpliese.
Chasqueé la lengua con una chueca sonrisa.
—Ese hombre siempre me ha caído mal—dije.
—Pues deberías estar agradecida—responde rascándose la nuca.
El ambiente era agradable aunque la lluvia me tensaba, y se notaba a Takeshi bajo presión ya que su forma de caminar y hablar no era la usual: no caminaba con soltura ni hablaba haciendo chistes crueles. Por eso pensé << ¿Este día no es importante sólo para mí?>> Y respondiéndome yo misma con un pellizco en el brazo, supe que para todo el mundo este día, veintiocho de enero, era un día importante. Tal vez, el día en el que todo se fuese a acabar.
Me detuve un segundo al igual que Takeshi. No entendía el por qué se había detenido, pero luego al ver a Ryuk en frente nuestro se me dibujó una sonrisa en el rostro. Lo saludé con entusiasmo, y me devolvió el saludo a la vez en la que se terminaba su manzana.
—Vaya Sayuki Mei, la verdad es que es agradable volverte a ver—dijo relamiéndose los labios. Miró a Takeshi—Maeda Takeshi, lo mismo digo.
—Después de mucho, otra vez te quedas mirando a la nada. Recuerda que nadie te puede ver—respondió Takeshi bajando la cabeza. Su tierna sonrisa se esfumó y Ryuk se rió.
—Eres muy miedoso—nos ignoró y entró con el resto, dejándonos atrás.
Habíamos llegado todos al mismo tiempo a pesar de que nosotros salimos más tarde. Tal vez fue la emoción la que nos hizo acelerar, o las prisas del profesor para llegar a su destino. Takeshi siguió caminando y me apuré para seguirle el paso. Su espalda firme y ojos de cansancio me alertaron que este iba a ser un día duro no sólo para mí, sino que también para él.
— ¿Tienes miedo? —preguntó.
Me sorprendió su pregunta. Sus manos temblaban y nos quedamos parados mirando a la puerta.
—Tengo mucho miedo—contesté.
—Tan sólo recuerda "Rondo Capriccioso" —susurró—Esa alegre pieza te hará sonreír hasta en el momento menos indicado.
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Entramos. Lo primero que vimos fue un enfrentamiento digno de ser presenciado. "Los ácidos" colocados a un lado del salón, justamente enfrente de la puerta. "La SPK" del otro lado. Ni Takeshi ni yo personalmente sabíamos qué hacer hasta que di un paso, me dirigí al centro de todo dando a entender que no los queríamos a ninguno. Light se nos quedó viendo.
