FINAL ALTERNATIVO #1 "No acepto disculpas"

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—Estás decidida, por lo que veo—rió Takeshi siguiéndome desde arriba— ¿Al menos se lo dijiste a Near o le avisaste a alguien? —negué con mi cabeza

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—Estás decidida, por lo que veo—rió Takeshi siguiéndome desde arriba— ¿Al menos se lo dijiste a Near o le avisaste a alguien? —negué con mi cabeza. Volvió a reír— ¡Pues vaya que estás decidida! Para ti al parecer, no es algo tan fuerte.

—Cierto—sonreí—, no es para tanto, digo... ¿Cualquiera lo puede hacer, no?

—Un pecado lo comete cualquiera—respondió Takeshi dejando caer sus pies encima de mi cabeza.

Los pies de Takeshi eran pequeños, debía calzar un cuarenta o como mínimo, un treinta y nueve, lo que según yo es raro para un joven adulto de su edad. Sus zapatos, eran los mismos de siempre. Unas deportivas negras y blancas, sucias y desgastadas. Principal razón por la cual golpeé su pierna para que quitara sus asquerosos pies de encima de mi cabeza.

—Supongo...—digo— Pero no cualquiera puede hacer incesto, por ejemplo. O no cualquiera puede...No se me ocurre nada ahora mismo—Takeshi me miró de reojo y coloco sus manos por detrás de la cabeza sujetándole la nuca.

—Yo no le veo nada de malo al incesto—dijo con voz firme— Que algunos lo consideren un pecado no quiere decir que en realidad lo sea. No hay un pecado capital que se llame "incesto" ni en los 10 mandamientos aparece una regla que diga: "está terminantemente prohibido hacer incesto" Más bien, si lo hubiera, no lo escribirían de forma tan cutre.

La cálida brisa del veintiocho de enero anunciaba que no iba a ser un día normal. En febrero, no creo que pueda haber una brisa tan cálida como la que sopla este día, mucho menos creo que en febrero (que recalco, es un mes de invierno) pueda haber un Sol tan radiante como el que me ciega la vista justo ahora.

—Defiendes mucho ese término—añadí.

—Digamos que a mi hermano le gustaba—me sorprendí por su confesión— Pensaba que yo era adoptado, ¡Sabes que Kai y yo no nos parecemos en nada! Principalmente fue por nuestro poco parecido que creyó que era adoptado y que por lo tanto, ningún lazo de sangre nos unía. Estaba un poco obsesionado conmigo, pero creo que agarré unas cuentas de sus manías—desvió la vista para no seguir hablando acerca de ese tema.

Según cuenta Takeshi, sus padres murieron en un accidente de tránsito cuando él tenía catorce años. Ahí, siguiendo la historia, fue cuando se posicionó entre la vida y la muerte, algo muy surrealista y difícil de creer si es que no conoces la existencia de un cuaderno de la muerte y de Shinigami que crean estos cuadernos de muerte, pero una vez sabes que cualquier cosa, por más falsa que parezca, es real, ya sobre cualquier historia o leyenda urbana, dudas en si creértela, o pensar que es mera fantasía. Pero en definitiva, la historia de Takeshi no era para nada falsa.

Y no lo digo porque esté loca, sino porque, lo veo flotar, lo veo transformarse, y sé absolutamente todo lo que puede hacer un extraño Shinigami humanoide como lo es él. Es fácil convivir con ese tipo de criaturas, pero requiere de mucha paciencia.

Moño Dulce-L Lawliet (Death Note) #DNWattys2016yOCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora