Capítulo 14

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La calidad de la brisa fría de invierno de Australia era lo que necesitaba, me sentía bien allí junto a Christian, pero a veces pienso demás en estos ambientes, me vuelvo melancólica, deprimida y apartada del mundo real, pero su mano me mantenía en tierra mientras comentaba acerca de que le gustaría que hiciéramos, yo la verdad sonreí para permitirle que siguiera hablando pero solo pensaba en donde buscaría trabajo una canadiense inmigrante.

— Christian –llame su atención para que volteara a verme

— ¿Sí?

— Tengo cosas que hacer, podemos vernos más tarde y seguir hablando ¿puedes? –su cara cambio completamente y solo asintió —Te acompañare al hotel y de ahí me iré

— Solo llámame un taxi y podré ir solo, tranquila

— No, no puedes ir solo

— Si puedo, solo llámame un taxi, no discutamos por esto por favor –sus palabras eran más frías que el ambiente

Simplemente espere un taxi, y le hice señas para que parar, Christian subió sin despedirse y se fue, no me permití a mí misma sentirme mal por eso, mientras caminaba, en las paredes de un edificio había un anuncio que buscaba mujeres jóvenes para ser promotoras, me pareció un trabajo fácil y divertido así que tome el número

— Buenas, estoy llamando por el anun... –no me dejaron terminar la oración cuando me dieron una dirección que realmente no sabía dónde quedaba pero me imagine que un taxista si

El viaje fue algo largo, y costoso, pero la zona donde se encontraba el edificio de nombre "HIGHLIGHT", la verdad que el nombre me pareció interesante pero transmitía que buscaban lo mejor de lo mejor, hable con una recepcionista quien me envió a un piso 10 y junto a mi había un grupo de 10 mujeres todas completamente rubios tanto de naturaleza como de tinte.

Todas hablaban entre ellas, yo era la única que me mantenía callada viendo una revista, supongo que, afamada de Australia, hablaba acerca de toda la farándula nacional como internacional; Un hombre con un traje gris empezó a llamar una por una las cuales no duraban más de 10 minutos en salir.

— Es su turno señorita –fue lo que alcance a escuchar antes de levantarme y caminar directo a la sala donde todas pasaban, lo que no fui capaz de notar era que todas vestían absolutamente perfectas, vestidos elegantes, zapatos altos, collares llamativos, y yo lucia como una pordiosera, espero que sea la inteligencia lo que cuente

Junto al hombre había 2 más, no me sentí intimidada porque me repetí a mí misma que debía ser segura, antes de sentarme me destrozaron con la mirada por mi vestimenta nada elegante como la de ellos o las de las anteriores, pero eso no me detuvo a sonreír.

— El vestido, los zapatos altos y las joyas lo puedo conseguir en cualquier tienda –dije sin arrepentimiento alguno

Uno de los hombres hablo y dijo

— Es bueno saberlo, siéntese ¿Por qué solicita el trabajo?

— He venido de Canadá a Australia a cambiar mi vida, a tener otro rumbo a donde ir, amo Canadá para mi es el país perfecto, pero tantas devastaciones que pase que no quiero recordarme más de él, mi madre murió de cáncer, antes de eso tuve que trabajar mucho para poder pagar sus consultas, y clínicas, he venido a un país extranjero para ganarme mis cosas desde mi dinero, estoy dispuesta a trabajar de lo que sea con tal que sea respetada mi integridad

— Dinos tu nombre, tu edad, y tus intereses –dice el hombre que se encuentra en la otra esquina

— Mi nombre es Amanda Hyde, tengo 17 años y el único interés que tengo es vivir

Ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora