Mi papá ignoro la escena, sin embargo me alejo de Christian, tenía una mirada perdida, ¿dolida?, ¿le abre hecho algo?, veía como luchaba por decir lo que quisiera comunicar, ahí fue cuando entendí de que iba todo, mi padre, Thomas Hyde, sabía que todo lo que hice fue enseñado por mi madre, Anahir.
— Esos movimientos son de... eh, son de tu madre –sonrió aun perdido –yo se los enseñe –el mismo hombre al que todos le temen estaba llorando junto a mi
No pude evitar abrazarlo, él lloraba como si no hubiera un mañana, cascadas y cascadas de dolor, no sé exactamente que paso entre ellos pero se lo que sea todavía le duele, hay algo que mi madre siempre dijo, 'él es el amor de mi vida, no pudo ser en esta, tal vez en la otra', recuerdo que esa noche ella creyó que dormía, cuando realmente escuche cada palabra que dijo y las memorice, no lo odiaba.
—Ella no te odiaba –susurre rota por recordarla
—Si lo hacía, fui un idiota –sollozo
—¿Por qué se alejaron? –pregunte decidida
Su mirada buscaba en mi un no sé qué, suspiro y me llevo a la sala trancando las puertas francesas que nos alejaban del mundo exterior.
—Nos conocimos en una cafetería, ella era tan hermosa, tenía ojos color miel, un miel que si te despistas te llevan con ellos, todos los días iba solo a verla, tu madre lo sabía así que ella misma fue la que me pidió para salir, por supuesto que acepte ¿Quién no lo haría? –se rio para sí mismo –era una mujer llena de vida, yo ya estaba empezando con todo este imperio, ella seguía estudiando y trabajando, vivía con una de tus tías, desde que la vi yo supe que Anahir era el amor de mi vida, cuando me conto de su embarazo fue una felicidad para mí, sin embargo, toda su familia la rechazo, yo estuve con ella, te lo juro que estuve en todo momento, ella siempre quería distraerse por lo que le enseñe como defenderse, éramos totalmente perfectos el uno al otro, cuando te tuvo fue la mejor maravilla del mundo, te lo prometo, fue irreal, mi niña, eras preciosa –levanta su mirada a mí –eres preciosa, a tus ocho meses vivíamos juntos, yo no pude estar tan cerca como quería, la empresa demandaba demasiada de mi atención, una noche llegue a la casa y ya no estaban, ninguna de las dos, las busque por todas partes, se habían mudado a Toronto, la enfrente, ella ya había decido por ambos, me dijo que debíamos separarnos por el bien de la empresa, que eso era mucho más importante, tus tías nunca me quisieron, ellas le metieron todo tipo de cosas a la cabeza, luche por ella, te lo prometo que luche –lagrimas caían contra su voluntad –pero ella ya me había rechazado tantas veces que estaba dolido
—Pedí verte todo el tiempo y ella siempre dijo un 'no', estaba totalmente engatusada por tu familia, tú estabas tan feliz, tan grande, tan bien cuidada, a los cinco años toque la puerta, ella me volvió a rechazar con la excusa de que te vería después, que dentro de unos años me necesitarías, cuando me entere de su enfermedad me dolía la vida, si yo hubiera estado allí hubiera tenido el mejor doctor y tal vez estuviera viva –el dolor en las palabras era impresionante, pero no fue su culpa, nada fue su culpa
—Él es el amor de mi vida, no pudo ser en esta, tal vez en la otra –susurre las palabras de mi madre
La mirada de mi padre se paralizo, él entendía aquellas palabras que para mí eran solo palabras, su llanto creció, su respiración era apresurada, claro que entendía aquellas palabras, no existen suficientes sentimientos para explicar lo que traía su mirada, su llanto, su expresión corporal, Thomas se veía acabado, por un momento recordé cuando llore la muerte de mi madre, y ahí me di cuenta de dos cosas, uno, soy como mi padre, sentimientos tardíos y dos, era su momento de llorar el luto de mi madre.
Me senté a su lado, lo abrace, estuvimos en silencio durante horas, él lloraba sin parar, no solo lloraba su muerte, lloraba el amor que no se pudo, el amor que fue alejado, la felicidad arrebatada por la envidia de mi familia, que no merecen ese nombre, mis tías trataron a mi madre como la sirvienta de la casa, todo lo hacia ella, hasta que por fin pudo comprar una casa para ambas, ahí fue peor, todo era malo, y yo, yo era una bastarda, tantos años de sufrimiento por culpa de unas mismas personas, aunque no le quito responsabilidad a mi madre que se dejó alejar del amor de su vida de esa manera, pero las conozco, esas brujas solo les falta una maldita escoba para volar, son capaces de acabar con cualquiera que quieran.
Mi padre me abrazo por última vez, en silencio se levantó directo a su habitación sin comer antes, me preocupaba verlo de esa manera, tanto que me dolía todo de mi por no poder ayudar, me sentía incapaz de hacer algo al respecto más que comprender su dolor, salí de la sala, al igual que mi padre, directo a mi habitación, ahí estaba mi hermoso hombre hablando por teléfono en silencio, me acerque sin que se percatara.
—Si ella está bien, Elijah –decía molesto –recuérdame ¿es tu novia o la mía? –y sin pensarlo antes le arrebate el teléfono
—Hola idiota –la cara de Christian era de amargura pura
—Hola bonita –dijo Elijah con su voz encantadora
—¿Qué hablabas con tu hermano? –pregunte mientras veía como Christian intentaba quitarme el teléfono
—Quería saber cómo ha salido el plan, he estado toda la tarde tan nervioso –sonreí -¿así que si tienes sentimientos por mí? –los ojos de Christian crecieron al tamaño de un plato sin poder escuchar su respuesta ya no tenía el teléfono en mi mano
La verdad me encantaba molestar a Christian, pero más que eso me encantaba ver como intentaba intimidarme con una mirada que ya no tenía efecto, creo que debo recordarle que como él mismo dijo, no es Christian Grey, se acostó en mi cama con sus ojos cerrados tratando de calmar su ser para no decir algo que no debiera decir, lo sé ya lo conozco muchísimo.
—¿Por qué debes ponerte así con tu hermano? –pregunte mientras me sentaba a su lado sobando su cabello, era envidiable lo liso y suave que era
—Porque me da la gana –respondió de mala manera
Les daré dos consejos acerca de los hombres.
1. Si está molesto contigo, usa tu cuerpo, dale besos, soba cariñosamente zona de su cuerpo, claro si has tenido sexo con él ya va directo a otro plan, usa tu mente para sacarle una sonrisa, di chistes que solo él sea capaz de entender, ese tipo de chistes internos.
2. Si el consejo número uno no funciono solo queda una cosa, esta solo se usa estrictamente luego de haber intentado, tienen que molestarse mucho más que él.
El consejo uno, no me funciono, así que tendré que usar el dos, entre nosotros un secreto, las mujeres aman pelear, eso le da emoción a la relación, no como esas que solo se tratan de besos y momentos felices, ¿si nunca vez a tu novio molesto como conocerás todo de él?, no me refiero a ese tipo de peleas horribles, solo como estas, que demuestran que se frustra porque me quiere tanto que me cela de cualquiera, incluso de su hermano.
Y es que si hablamos de celos, antes tenía un pensamiento, cela porque no confía en ti, pero ahora he entendido el verdadero punto, Christian me cela porque él sabe de qué es capaz una persona por obtener a alguien, sin embargo, cuando una mujer cela, ya es otro punto, la mujer siempre tendrá más ventaja que el hombre, pero para ellos eso es falso, por lo que su pretexto siempre va a ser, te estas volviendo loca.
—Entonces a mí me da la gana que te salgas de mi cuarto –lo dije con toda la seriedad que ameritaba
—No
Sonreí cuando se volteó y me abrazo por la cintura atrayéndome a él, sin siquiera abrir sus ojos, ya creo que no se trataba de molestia o frustración, si no de cansancio, así que me rendí ante su peso, me acerque lo más que pude, estábamos frente a frente, abrazados después de la fuerte jornada que se presentó este día. Caí rendida.
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Ciega de amor
Romance-Es hermoso, es espléndido, es perfecto -dije mientras volteaba a verlo -Tu eres mejor que todo esto -me sonrió -¿Qué me viste? -pregunte de la nada -¿Qué te vi? Todo, iluminas luz hasta en el lugar más oscuro, eres tan decidida, tan impulsiva, t...