Capítulo 46

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Las noticias rodaron más rápido de lo esperado, mi padre se enojó conmigo porque había sido peligroso lo que hicimos pero al mismo se sintió orgulloso de mi, Hope fue castigada sin embargo mi papá hablo con los suyos y les hizo entender la buena labor que hicimos sin importar lo peligrosa que fue.

No había persona en esta tierra que me pudiera quitar la felicidad que tenía, nada en mi sentía arrepentimiento, no se lo merecía, hoy fue el día del juicio, mi declaración, la de Hope, y la de Elijah fue tomada, Peter no mostraba arrepentimiento y eso era lo que más impresionaba a la gente.

Su padre también estaba siendo juzgado, en varios de los videos él hacia presencia sin ayudar a la víctima, Christian me pidió salir con él después de todo esto, y claro que acepte, después de todo lo que ayudo hasta aceptaría salir con Elijah, obviamente no pasara, tengo mi corazón bastante claro de lo que quiere.

—Necesitaba un momento para nosotros, ya me está cansando estar con Hope y Elijah por todos lados –se sinceró Christian mientras leía la carta de la comida, me reí

—No sé por qué te caen tan mal –Christian dirigió toda su atención a mi

—Primero porque Hope esta en todos lados, segundo porque Elijah te ve con esa cara estúpida que hace y tercero cada vez te veo menos, ¿desde cuándo te caen bien los idiotas? –reí un poco más alto

—Desde que salgo contigo, aunque no tengo idea de lo que seamos – ¡que dije!

—¿Disculpa? ¿Qué dijiste? –Christian sonreía de lado, yo solo ignoraba su mirada –no creo que necesites que te diga que eres mi novia para que lo sepas, a menos que me hayas visto salir con otra

—Para mi si lo es, cuando hablo con Hope de ti te llamamos mi "no sé qué" –confesé

—Está bien, veré que puedo hacer con respecto a eso –tomo mis manos con delicadeza, beso ambas, su mirada estaba iluminada, sus ojos azules eran más azules – ¿quieres ser novia? –dijo, yo no aguantaba los nervios y la risa – ¿no me contestaras? –no podía parar de reír, ¡que estúpida soy!

Se levantó de la mesa sin decir nada, yo solo pude tapar mi cara por lo idiota que fui, la voz de Christian se escuchó en todo el restaurante, estaba parado en el escenario, con el micrófono en la mano, todo el cuerpo me empezó a transpirar, el restaurante completo tenía su atención en Christian.

—Esta noche vine con una de las personas más especiales que conozco, estoy completamente enamorado de ella, de hecho, el punto de estar aquí parado es que ella me pregunto qué éramos, para mi ella es mi todo, pero no sabía que tan complicado era para las mujeres entender que no se necesita pedir que sea mi novia para que lo sea -¡por supuesto que lo tienes que pedir! Gritaron al fondo, mi sonrisa se volvió más grande aun – está bien, eso lo entendí cuando ella me dijo que era importante decirlo, y ya que no tengo nada preparado me atrevo a pedirlo aquí enfrente de todos ustedes, esperando que eso le ponga presión y tenga que decir que si a juro –reí –entonces –me miro – ¿Quieres ser mi novia, Amanda?

—No –dije tratando de ocultar mi risa, Christian se estaba mordiendo la lengua para no maldecir –Claro que si –su sonrisa por fin salió a la vista de todos, vino hasta a mí y me beso

Las personas del restaurante gritaban y aplaudían, fue un beso tierno, de esos que te hacen entender lo lindo que es el amor, a pesar de todas las cosas, no ha sido tan malo todo, nuestras frentes están unidas mientras ambos sonreímos, terminamos de comer con tranquilidad y nos fuimos a algún lugar que Christian me quería mostrar.

El camino era una montaña boscosa, subíamos, y subíamos, hasta que estaciono, todo era oscuro, pero él encontró mi mano y caminamos, entramos a una parte del bosque, yo estaba asustada, odio la oscuridad pero sobretodo el hecho de no saber que puede estar cerca de mí y que me pueda tocar.

Después de algunos árboles, se veían unas luces, unas bancos, y muchas flores, era un mirador, nunca había ido a alguno, mi boca estaba abierta, Christian me veía maravillado, nos sentamos y yo seguía deleitando lo hermosa que era la vista, aunque no lo viera sabía que él estaba sonriendo.

—Es hermoso, es espléndido, es perfecto –dije mientras volteaba a verlo

—Tu eres mejor que todo esto –me sonrió

—¿Qué me viste? –pregunte de la nada

—¿Qué te vi? Todo, iluminas luz hasta en el lugar más oscuro, eres tan decidida, tan impulsiva, tan linda, tan dulce, tan grosera, tan odiosa, pero sobretodo eres tan ingenua, tan pura, eres absolutamente todo

Nuestros labios se juntaron, en este momento fue con necesidad, el cielo no era el límite cuando me besaba, yo sentía que volaba, que pasaba por cada constelación, por cada estrella, algunas veces sentía que el sol estaba junto a mí, otras que la luna nos abrazaba con su oscuridad, sin embargo, la caída nunca llegaba, era como si permaneciera en ese lugar.

Nunca estaba lo suficiente molesta como para alejarme de él, ni sus celos demasiados obsesivos como para arruinar todo lo que se ha construido, es como si todo esta vez permite que seamos felices, que sea feliz, nunca lo olvide, ni siquiera cuando Derek era parte de mi vida, una de esas noches largas que tenía, entendí que no fue un error llamarlo Christian, mi cuerpo, mi mente, yo, suplicaba tenerlo cerca de nuevo, me desafié solo para olvidarlo con la persona incorrecta.

—No me dejes otra vez –lo escuche susurrar

—No me dejes hacerlo –lo vi directo a los ojos –nunca mas

Aunque no supiera nada de él, ni siquiera donde vivía le daría tiempo para que fuera Christian el que me dijera, fui egoísta al pensar que el mundo solo ha sido malo conmigo cuando a leguas se nota que estaba ciega, hay personas pasándola peor, que la pasaron peor, o que la pasaran peor.

Solo pido no arruinarlo de nuevo, por favor.

Ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora