Capítulo 23

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Separe inmediatamente a Derek de Christian, ese hombre ni me importaba, de eso no estaba totalmente segura pero prefiero seguir pensando de esa manera mientras que los separaba los ojos de Christian se posaron en mi mano y luego en la de Derek, simplemente su mirada me dolía en lo más profundo, no pude verlo, se levantó con ganas de seguir la pelea pero los guardias llegaron, internamente agradecí.

— Cuídala, es demasiado para ti –dijo sin expresión alguna

La mano de Derek me apretaba tan fuerte que me lastimaba, me miro y supe que haría no quería verlo, solté su mano, y me voltee, en cuestión de segundos Christian estaba escupiendo sangre, y algunos hombres tratando de ayudarlo, observarlo me saco el lado humanitario, me iba a tirar en el piso para ayudarlo, sin embargo no pude.

— Nos vamos –me dijo fríamente Derek –Te presento a mi novia Christian –dijo mientras tomaba mi mano y me llevaba con él, no me pude soltar, la mirada de Christian buscaba la mía, una lagrima salió

Los hombres que lo estaban ayudando quedaron en shock, todos me observaban a mi buscando prueba de lo que Derek había dicho, la verdad tengo pánico, miedo, y hiperactividad en mi cuerpo, necesito salir corriendo para procesar todo, había olvidado que no me encontraba sola, sabía que él estaba hablando pero no lograba escuchar, mi cabeza estaba haciendo mucho ruido.

— Amor ¿me escuchaste? –esta vez sí puede entenderle, impactada por cómo me llamaba

— Disculpa no escuche, ¿Qué dijiste? –me miro por dos segundos, sorpresivamente sonrió como si no pasara nada, como si su nariz no sangrara

— Te dije que seguramente mi familia ya esté en casa esperándome para contarles que ha pasado –mi cara cambio en un instante sabía que estaba pálida

— Amanda, no –me regaño viendo mi palidez –ellos entenderán que tú no tienes la culpa que yo necesitaba matar a ese imbécil, además saben cómo soy, amor – ¿Derek conocía a Christian?

— ¿Cómo eres? –pregunte curiosa esta vez

— Un maldito enfermo enamoradizo –me miro directamente cuando lo dijo

— ¿Así que te enamoras de todas? –dije jugando pero saque mi lado actriz, su expresión cambio tan rápido como yo cuando dijo lo de sus padres

— No amor, me refiero a que... -no deje que terminara de hablar

— Menos mal que yo solo quiero ser tu amiga –sabía que íbamos en camino a su casa pero no donde exactamente estábamos y Derek creyó ser buena idea parar el carro para terminar esta conversación

— ¿Así que eres mi amiga? –dijo mientras abría la puerta para salir, luego sentí la mía abrirse y me asuste un poco pero dentro de mi sabía que no era más que miedo a lo desconocido no a él

— Si –hice una expresión de indiferencia

El rio alto por lo que me extraño, sentí como sus manos tomaban mi cintura impulsándome a salir del auto, lo hice sin dudar, cerró la puerta detrás de mí, y me pego de ella donde recién salía, sabía lo que quería hacer, así que iba a voltear mi cabeza a otra dirección pero él atrapo mi mejilla.

— No te escapas de mi –susurro tan cerca de mí que toda mi piel se erizo, cerré mis ojos esperando el beso –Una amiga no debería cerrar los ojos de esa manera, amorcito –dijo mientras se reía de mi

Maldecí por lo bajo mientras veía como se alejaba de mi para ver la ciudad, pero en un movimiento ya se encontraba en la misma posición de antes, pero esta vez yo me negué a cerrar mis ojos por muy cerca que estuvieran nuestros labios.

— A diferencia de ti yo no puedo negar querer ser más que tu amigo –su aliento caliente sabor a mente golpeaba mis labios

Causo un suspiro en mí, pero de alegría, y sin dejarme retomar el aliento sus labios tocaron los míos deseando más de mí, pidiéndome acceso a la lucha que debíamos enfrentar, sin embargo, no importaba quien fuera el ganador, para mí, ya había ganado con solo besarlo, todo lo malo lo olvide como si él fuera la cura de mi dolor.

O, tal vez, no.

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por siempre y para siempre #teamChristian 

Ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora