Capítulo 27

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Espere en las escaleras a Derek, observe como se iba Clara y su padre, me sentía triste, por mucho que decidiera ignorar ese hecho, lo estaba, ellos no pudieron verme pero veía como ella se iba con una gran sonrisa y su padre pavoneando como nunca, ahí supe que el matrimonio seguía en pie, y que yo era una amante.

Derek los despidió en la puerta, en el momento que volteo quedo pálido al verme, llegue a la conclusión de ser por sorpresa de verme o porque sabe que escuche, rápidamente camino hacia mí, e ignoro el hecho de preguntar si había escuchado algo, cosa que me dolió aún más.

— Veo que ya estas lista para irnos, amor –dijo con una de sus sonrisas encantadores, sin embargo no se la devolví y solo respondí que si

El transcurso en el carro no fue incomodo, quería preguntarle tantas cosas, sabía que él no me diría nada, eso estaba más que claro, hablaba de temas que a la final ignoraba, para proseguir con un suspiro de su parte, había algo mal en todo y sé que terminaría mal, esa espina cada vez me pegaba más.

No había pasado por estas calles en el tiempo que tenía en Canberra capital de Australia. Nos encontrábamos en King Edward Terrace, Parkes ACT 2600, se veía una asombrosa construcción con el nombre de "National Portrait Gallery" no podía creer que estábamos en una galería, la verdad nunca había venido a una, eso lo hacía aún más interesante, despejaría la mente con facilidad, o al menos eso espero.

Al salir del auto Derek intento tomar mi mano, sutilmente las metí en los bolsillos del blue jeans, preferí no observar que hacia ante mi acto, por lo que decidí entrar, cada rincón, cada pared, cada espacio posible tenía una obra, una mejor que la otra, hay cientos de paredes por ver y estoy totalmente disponible para todas.

— Clara fue junto a su padre para decir que harían lo que fuera para que me casara con ella, les pedí un tiempo pero te prometo que fue solo para que se fueran, no quería que te levantaras y los vieras –estaba vez si lo miraba atentamente –sé que te había dicho ser mujeriego pero contigo me he negado a cualquier mujer que no fueras tú, puedes revisar mi teléfono y ver los mensajes de rechazo, Clara me pidió que te corriera de la casa, por supuesto le dije que no, me dijo que me llamaría, que me quería lejos de ti, y que ni se me ocurriera hablar contigo pero...

No permití que Derek siguiera hablando

— ¿Entonces que se supone que haces conmigo aquí?

— No pienso dejarte por una malcriada –mi cuerpo me fallo por lo que sin querer sonreí ante sus palabras, estúpida – Ya he hablado con mis padres y han aceptado que no me quiera casar con ella –observo que iba a decir algo por lo que me callo, estaba molesto era notable –No, déjame terminar, la próxima vez que estés molesta conmigo dímelo, lo menos que deseo es sentirte distante cuando sabes que me encanta tenerte cerca

— ¿Qué hay acerca de que si se enteran te mataran? –pregunte

— No le prestes atención a nada de eso –dijo sin sacarme de mi intriga, decidí ignorar

No había rastro de tristeza, ni de enojo, solo una risa de desahogo profundo ante el miedo de tener que alejarme de él, y estar sola de nuevo, Derek me miraba con una sonrisa mientras se acercaba peligrosamente a mí, y yo como una presa débil me deje llevar por sus labios, por sus carisias pidiéndole al universo que esta vez no jugara contra mí.

— Se mi novia –dijo entre medio de pequeños besos

— Repítelo

— Quiero que seas mi novia –su sonrisa se borró por un segundo y su mandíbula se apretó –así podré decirle a aquellos idiotas que te están observando desde hace un rato que no vean a mi novia –hizo un énfasis en el mi

— Tengo que pensarlo, no tengo muy claro nada, creo que solo te uso por tu dinero, esa inmensa casa que tienes totalmente cara, y si hablamos de ese maravilloso lamborghini, ya lo pensé bien y si, es un sí definitivo –dije seriamente mientras el reía

— Entonces te permito que me dejes en la calle con la condición de tenerte siempre

Y me beso, para cerrar nuestro trato, ante las risas de mi actuación, su respuesta y por supuesto las luces del museo que inspiraban una escena romántica en algún lugar costosos que de seguro Derek frecuentaba cuando estaba aburrido, sin omitir los cuadros que nos observan detenidamente como si fueran capaces de realmente hacerlo. No sabe si este cometiendo un error, todo va muy rápido, pero me arriesgo a ver de qué va esto.


Ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora