Capítulo 44

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Dure dos días en la clínica por si necesitaba más oxígeno, habían descartado todo tipo de enfermedad pero me recomendaron ir al psicólogo, mi papá solo asentía, mientras le comentaba al doctor ciertos detalles de mi vida, como la vez que lo conocí y me dio uno de estos ataques.

El chofer esperaba por nosotros, hoy no he sabido nada de Christian pero eso no me molesta, es decir, estuvo todos los días anteriores, lo que si me hace sentir un poco incomoda es la preocupación de Elijah, todos los días me escribe y me pide que no le diga nada a Christian, la verdad prefiero ocultárselo, no me cae tan mal como para matarlo.

Ya en el auto le mande un mensaje a Elijah, quería saber que había pasado con la rata asquerosa que me drogo, si mi padre sabia, o si le dijo algo a alguien, no lo sé, yo le pedí que no le dijera a nadie es un problema que quiero lidiar por mí misma, y claro, con la ayuda de Elijah, él sabe más de Peter que yo.

ü ¿Le dijiste a alguien de Peter? 14:05 –me pregunta

ü No 14:06

ü Te estoy esperando en tu casa mientras Christian está a una hora de aquí 14:06

¿Cómo que estaba en mi casa?, y yo en esta pijama de bananas, bueno si me pongo a pensar me ha visto ya en peores, de mal humor, casi muriendo, asustada por su estúpida broma hablando con Christian, sinceramente lo puedo hasta considerar un amigo cercano, pero todavía lo tengo que seguir probando a ver qué tal es, no piensen mal.

—¿Cuándo me dirás que paso realmente? Porque no me creí ni un poquito la historia de Elijah –me quede callada –o me lo dices tú o lo averiguo yo –silencio –está bien como quieras, pero después no pidas clemencia para el que lo hizo –lo mire de reojo, usaba su teléfono como si pudiera hablar, leer, y mandar un mensaje al mismo tiempo

Llegamos más rápido a la casa de lo que quisiera pero estaba consciente que en cualquier momento estaría Christian en la entrada para ver como sigo, por el bien de Elijah no lo puede ver, y le rogare a mi papá que no le diga nada, me encanta el hecho que sea tan cómplice conmigo, eso me da tanta gracia.

Elijah estaba sentado en la sala como si fuera su casa, no tuve que llamarlo porque apenas me vio se levantó, lo lleve casi que corriendo a mi cuarto, pero mi papá estaba en las escaleras, me veía con esa cara que pedía respuesta, Dios que no crea que tengo algo con este tipo por favor.

—Hola Elijah es extraño verte aquí sin Christian –él iba a contestar pero lo detuve y le dije donde exactamente quedaba mi cuarto, subió casi corriendo, todos le tienen miedo a mi papá

—No es lo que crees –me voltee a ver a Thomas

—Entonces explícame rápido –me veía a los ojos tratando de intimidarme ¿disculpa?

—No uses esa mirada conmigo, la cosa es papá que Christian no puede saber que Elijah está aquí –me vio mal –no estoy saliendo con él, solo hablaremos de mi accidente y después yo te diré –creo que entendió porque siguió su camino hasta su oficina

Subí corriendo las escaleras hasta mi cuarto y el muy imbécil estaba revisando mis fotos, algo en mí se encendió pero decidí ser educada, me acerque silenciosamente, le quite el retrato, y le pedí que se sentara en alguno de los muebles, ya había trancado la puerta, esto sería rápido.

—Quítate los lentes de sol, no hay tanto como para que uses eso –le pedí, cuando lo hizo un inmenso morado estaba en su ojo izquierdo, ni siquiera podía abrir ese ojo, me quede sorprendida pero no pude con la tentación de tocarlo, ante mi tacto se tensó – ¿Quién te hizo esto?

—Tu novio –preferí no parecer tonta diciéndole que no lo es, así que prosiguió –desde el día en que te paso esa locura me estaba pidiendo que dijera que había pasado yo mentí porque me lo pediste, aunque me arrepiento –me lanzo un filo con su ojo bueno –pero esta mañana me volvió a preguntar, se dio cuenta que mentía y me golpeo, pero tranquila que no dije nada

—Tu y yo vamos a acabar con esa rata asquerosa de laboratorio –me sonrió de la manera más macabra, solo Dios sabrá que piensa

Antes que respondiera la puerta sonó, no respondí, después se escuchó la voz de Christian llamándome, jale de la camisa a Elijah al baño y abrí la puerta sonriendo, Christian se veía lindísimo, andaba con un jean negro casual, una camisa de mangas largas blanca y unos mocasines negros, esos que tanto amo.

—Tú padre me dijo que estabas en la habitación así que subí – ¿es en serio que me hizo esto?, Christian se apresuró a pasar – ¿Por qué te ves tan nerviosa? –pregunto

—¿Yo? No para nada –sonreí tratando de aparentar no estarlo

La puerta del baño se abrió, y juro que mi corazón se paró cuando Christian volteo a ver la puerta, justamente estaba saliendo Elijah, el muy malnacido salió solo con mi paño cubriendo sus partes privadas, su pecho esta descubierto, el cabello estaba mojado y tenía la misma sonrisa macabra que hace unos minutos tenia.

No sé en qué momento Christian dejo de verme y ya tenía a Elijah pegado de la pared ahorcándolo.

—Suéltalo, Christian –le pedí desesperada, ya Elijah estaba morado, verde, rojo, ya ni sé qué color

—Claro que lo soltare cuando este mal nacido se muera –escupió

Con una fuerza lejana a mi separe a Christian antes que matara a su hermano por tener poca neurona, la mandíbula la tenía tan prensada que por un momento pensé que se rompería en pedazos, tenía la respiración agitada como si acabara de correr una maratón, pero no apartaba los ojos de Elijah, hiciera lo que hiciera.

—¿Qué hace él aquí y así? –estaba vez hablaba conmigo sin dejar de mirarlo todavía

—Vino porque le dije que teníamos que hablar –esta no era la respuesta que Christian quería porque me empezó a ver a mi sorprendió –Hablar del imbécil que me drogo –esta vez le intereso más la información –fue uno de mi clase de psicología, Elijah apenas me vio sentada con él, me alejo pero ya era tarde me había comido unos caramelo que me dio–después de contarle toda la historia quedo tan aturdido como yo

Christian estaba sentado al lado mío mientras que Elijah estaba en el asiento más lejano como su hermano mayor lo mando, su cuello estaba todavía rojo, pero no me moleste en ayudarlo por hacer la estupidez que hizo, Elijah nos contó quien realmente era Peter, resulta que su padre es un químico millonario y por lo tanto tiene acceso a todo tipo de productos.

Christian le hablaba de matarlo, pero no, ese no era parte del plan, solo arruinaríamos un su vida, tiene que vivir miserable el resto de lo que le queda, si tiene la valentía para drogar y violar que la tenga para soportar lo que le haremos, esto estaba mal, ya me estaba convirtiendo como mi padre pero todo sea por la buena causa, y Hope nos ayudaría.

Ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora