El camino cada vez se hacía más corto, ya podía visualizar el portón que separaba la carretera de la casa de Derek, había 2 carros afuera, eran tan hermosos y elegantes como los de Derek pero tal vez más familiares, así que recordé lo de sus padres, pero también recordé lo que ellos desean.
La mano de Derek, tomo la mía mientras subimos las escaleras como la primera vez que vine, estaba respirando con dificultad, aunque haya sido una persona que ha pasado por mucho tengo el defecto de siempre tener que pensar que creerá la gente de mí, y en mi cabeza solo vienen ideas malas.
— ¿Confías en mí? –pregunto Derek antes de abrir las puertas principales –sé que no nos conocemos mucho, y deseo hacerlo, pero hay algo en ti que me hace volver loco, no obstante si no quieres entrar entenderé –me sonrió tratando de inspirar confianza en mi
— Si –fue suficiente una pequeña palabra para que abriera las puertas y me jalara a entrar junto a él
Estaba en el patio de la casa, (aunque todos sabemos que es una mansión), se encontraba una mujer delgada, el prototipo perfecto de una mujer rubia, mientras a su lado había un hombre de la misma estatura de Derek, era como un Derek con canas, pero son ese tipo de canas que hacen a los hombres maduros ¿interesantes?, creo que así diría mi madre, pero ciertamente había dos personas desconocidas para mí, un hombre adulto tanto como el padre de Derek, y una mujer que era más joven, un poco más vieja de mi edad, con un cuerpo que sinceramente mejor lo tiene la madre de Derek pero su rostro marcaba la diferencia.
— Derek, hijo, ¿Qué paso? Nos llamaron contando que golpeaste a Christian –dijo Katherine la madre de Derek, luego de un segundo examino todo mi cuerpo de la manera más obvia –y tú eres por quien empezó todo –sonrió hipócritamente
— Madre, ella es Amanda, mi novia –decía Derek mientras bajábamos las escaleras para llegar a ellos, sus ojos se abrieron creando una expresión tan graciosa que mordí mis labios para no reír en su cara –si madre, mi novia
— No Derek, tu estas con Clara –sonrió forzadamente lanzado llamas por los ojos de la rabia que conservaba en su interior –Clara querida ven –tomo su mano y se acercaron a nosotros
— Derek, tu sabes las intenciones que tiene Clara contigo –dijo su madre exasperada
— Y tú siempre supiste las mías –Derek esquivo el cuerpo de su madre y el de la tal Clara para sentarnos junto a los demás
La incomodidad era el sentimiento que más podía sentir en este momento, Clara estaba sentada justo entre el medio de Derek y de mí, mientras que Katherine estaba a un costado de mí, su padre al frente y lo que imagino ser el padre de Clara al costado de Derek; El padre de Derek me sonreía en algunas ocasiones siempre y cuando su esposa no lo viera, lo que me hacía sonreírle de vuelta.
En un segundo voltee a ver a Derek, y lo que pude ver me causo un malestar en mi interior, Clara tenía su mano en sus piernas, mi instinto me hizo mirar a otro lugar para evitar querer sacarla del medio a golpes; sentí una mano en mi hombro, sabía que era Derek, lo ignore, escuche como su risa sonaba.
— ¿Cuándo será la boda? Creo que podría ser en verano del año entrante, ya que estamos tan cerca de invierno ¿no, Derek?, solo faltan siete meses –dijo descaradamente la arpía de Clara sonriendo
— ¿Con quién se supone que te casaras querida? –contesto Derek indiferente, la risa del padre de Derek se escuchó lo que me causo reír
— Contigo, Derek –dijo Katherine mirando a Derek
— Soy lo bastante adulto para saber con quién me quiero casar, y justamente Clara, no eres una opción –palmeo su espalda para luego levantarse –nos vamos, Amanda
— Mi hija es mejor que esa pordiosera que tienes a tu lado –se levantó el señor Albert y me señalo –veamos si serás feliz siendo pobre –Derek sonrió, con esa clase de sonrisa como si supiera algo que yo no
Personas como el señor Albert son animales que creen que el dinero ayuda de algo, son los primeros que mueren solos, y viven solos, sus hijos los odian, no saben que es amor, y al morir lo mejor que pudieron hacer es dejar una herencia gigantesca porque nunca fueron capaces de hacer algo mejor que dinero.
Antes de que Derek pudiera responder su padre hablo
— Vamos Albert, todos sabemos la verdad –dijo tranquilamente
Entre palabras inentendibles en lenguas extranjeras abandonaron la casa, yo seguía con mi cabeza agachada viendo cualquier cosa que pudiera encontrar en el suelo, no quería ser parte de malas miradas, palabras horribles, ni peleas familiares, aunque fuera yo quien la causo, pero luego de un instante sentía una mano en mi cabello.
— Tu interior tiene más valor que toda su fortuna, un consejo, no te dejes llevar mucho sé que eres inteligente como... –No termino la oración claramente por el carraspeo de Derek, me despedí del padre de Derek, Aarón
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Ciega de amor
Romance-Es hermoso, es espléndido, es perfecto -dije mientras volteaba a verlo -Tu eres mejor que todo esto -me sonrió -¿Qué me viste? -pregunte de la nada -¿Qué te vi? Todo, iluminas luz hasta en el lugar más oscuro, eres tan decidida, tan impulsiva, t...