Capítulo 26

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Mis lágrimas caían y caían sin miedo a mi rechazo, la muralla por fin se había derrumbado, cuando vi a Derek, él estaba quito al lado de mí, no sé por qué pero sonreí, me abrazo con esos brazos trabajados, que me dictaban silenciosamente que todo estaría bien, nunca en mi vida me gustaron los abrazos siempre me hacen llorar cuando no quiero, a pesar de eso solo abrazaba a mi madre, y ahora definitivamente estaba añadido a mi lista Derek. Era absolutamente raro la forma en como mi cuerpo recibía y rechazaba a la vez a Derek mis pensamientos no tenían una idea clara todavía de él, me gustaba como era conmigo pero a la vez no confiaba plenamente por qué era así.

— Te prometo que conmigo estarás bien –susurraba en mi oído, sin pensar dije lo que mi cabeza dicto

— He perdido tanto, pero tanto Derek, que ya no tengo más miedo, no contigo, haz conmigo lo que quieras hacer, me arriesgare por mí y sin querer admitirlo por ti –confesé sin una gota de pudor

Mi lema desde ahora, no más miedo, no más restricciones, no más falsedades, solo yo, la verdadera.

Por años le he tenido miedo a lo que el futuro me depare, pero ahora no me importara más que mi presente, a la final todos mueren, ricos, pobres, feos, bonitos, famosos, comunes, todos, y lo que quedan son las experiencias, me canse que las mías sean las más miserables de todas, quiero experiencias que marquen mi vida, que me hagan sentir viva, no que me destruyan, no más.

— Mañana saldremos –dijo mirando mis ojos verdes con los suyos grises penetrantes –quiero que conozcas mi mundo real, fuera del dinero, fuera de lo que es visible, y si te gusta, podría ser nuestro

Sin pensarlo me lancé encima de él y lo bese, cada vez decía cosas más lindas, actuaba de la manera más tierna, y sin siquiera ser novios, aunque internamente sentía que ya él era mío, ante mi acto el reía mientras nos besábamos hasta que me volteo para quedar encima de mí.

¾ Tus labios son tan suaves –suspiro mientras retomaba el aire y me volvía a besar

Después de tantos besos, risas, y jadeos, Derek me dijo que teníamos que bajar a comer, era de madrugada, de verdad esperaba que no fuera a levantar a ninguno de sus ayudantes porque lo mataría, mientras bajaba las escaleras con un bóxer de Derek junto con un short que llegaba a mis rodillas y una camisa que me llegaba hasta donde el short, opté por quedarme con todo lo que tenía aunque estaba en mi época de 0 miedo tampoco quería provocar mucho la resistencia de Derek.

Me sorprendí al entrar a la cocina, Derek estaba cocinando, bueno realmente no porque eran sándwich, pero estaba haciendo pollo para ponerle, y eso es suficiente para mí, todavía me cuesta cocinarlo y que él sepa me avergüenza como mujer.

Luego de reírnos por charlas acerca de cosas triviales, y de que me comiera dos sándwiches porque según él no me he alimentado bien, fuimos a la cama, él se iría a su habitación, cuando estaba cerrando la puerta de mi habitación ya Derek la había vuelto a abrir, con su mirada me pedía permiso para pasar la noche conmigo, siendo sincera, duermo en paz con alguien a mi lado, eso es algo que recién descubro

¾ Nunca me vayas a quitar la oportunidad de estar junto a ti –susurró más para él que para mí pero entre sueños lo pude escuchar internamente sonreí

¾ Solo no me falles –respondí, su respuesta fue un abrazo fuerte que me hacía sentir cada vez mejor aunque llegara un momento en que me incomodara no poder moverme a gusto por el hecho de que en serio es un abrazo fuerte

La mañana se hizo presente con rapidez, esta vez amanecí sola en la cama, una punzada en mi corazón fue lo primero que sentí, ¿dónde estaba Derek?, vi el reloj junto a la cama y eran las 2 de la tarde, sé que tengo la rotunda mala costumbre de acostarme tarde por mi trabajo pero a menudo no duermo más de las 10, simplemente mi organismo no me lo permite, divisé un bolso cercano a la cama y lo reconocí, Derek había ido a buscar mi bolso a casa de Penélope

Al levantarme tome una ducha larga, siempre me ayuda a pensar y librar tensiones, muchas veces se me vino en mente ideas frustrantes, era el extraño golpeándome, incluso anoche había soñado con él, así que me removía más de lo común, lo sé porque a la final quedaba en la misma posición por más que luchara por el agarre que me tenían, no sé si deba contarlo, estoy segura que es normal, es algo como un trauma, supongo, mis morados casi han desaparecido, son ventajas de ser morena.

Me vestí de la manera más común, y tome la decisión de bajar a buscar a Derek, pero escuche una voz, me recordó instantáneamente al padre de Clara, para luego después de unos segundos escuchar su risa, tome la valentía de bajar un poco más para poder lograr escuchar.

—Me tienen que dar un tiempo, no Clara, si, si, si –solo podía escuchar a Derek no entendí que decían los demás, lo último me dejo noqueada –Fue demasiado, si se entera me matara

Me sentí traicionada, ese hombre, el señor Robert ¿qué hacía aquí? ¿Qué hacía Clara aquí?, tantas preguntas para después caer en cuenta que primero que nada, soy una huésped de este hogar, segundo, no soy nada, absolutamente nada de Derek, y tercero, estoy en el medio de un compromiso, la única intrusa soy yo, pero mi atención recayó en "si se entera me matara" ¿Christian?, ¿si se entera de que?

Ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora