Capítulo 51

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Tras una larga búsqueda de mi Christian perfecto, ¡lo encontré!

Es Chris Pine.

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Nuestros cuerpos jadeaban entre cada beso que se volvían aún más profundo, si me pongo a comparar mi primer beso en el aeropuerto con estos de ahora creo que ya soy una experta besando, sentí como el cuerpo de Christian se separaba de mí, hice un gruñido por su acción, él solo sonreía abiertamente.

—Nena te traje a una cena, y cenaremos ¿está bien? –cuando vio mi cara de molestia, se acercó más a mi dándome un corto beso –créeme que yo también quiero pero no ahora deseo hacerlo más especial

—Está bien –dije a regañadientes, la verdad me desconozco yo no soy así'

Christian me ayudo a sentarte justo al frente de él, no entiendo cuál es la fascinación con la distancia si es por mi come sentado en la misma silla que yo, o por lo menos al lado de mí, estar al frente me resulta muy lejos, sin embargo, lo puedo detallar mejor, como sus ojos azules brillan tan igual como el mar con la luna, su sonrisa es de esas picaras que roban todo de ti, su mano tomo la mía.

—¿Qué hiciste para cambiarme? –pregunto con suavidad

—¿Te he cambiado?

—Has puesto mi mundo patas arriba, nunca pensé enamorarme y mucho menos de la hija de Thomas Hyde, ya uno tumba tiene mi nombre –reí, si podría creerlo –pero no me importa puedo arriesgar por ti todo, esa mujer que viste en mi casa la última noche ella era ese tipo de amiga íntima que los hombres tienen, siempre ha querido tener algo más que eso, cuando se enteró que estaba con alguien se volvió loca, llamo a mi teléfono demasiadas veces, todas las ignore, sin embargo no recordaba que ella sabía mucho de mí, hasta mi contraseña para subir, sé que querías quedarte a ver qué pasaba –me ve sonriendo –eres demasiado curiosa, le dije que no necesitaba de ella más, empezó a insultarte, cosa que no me agrado, y la eche de mi casa amenazándola para que no volviera más

—No sé qué decir al respecto –dije bajando mi cabeza –sabía que tenías ese tipo de amigas era obvio, pero escucharlo de ti es más incomodo

—Solo te estoy diciendo lo que paso –tomo mi mentón y lo subió –claro que hubo mujeres antes de ti, pero te lo aseguro Amanda, que no habrá ninguna después

—Me aterra que tengas tanta fe en mí, suelo arruinar las cosas –hice una mueca –soy demasiado impulsiva

—Puedo lidiar con eso –beso la comisura de mis labios –ya no hablemos más de eso

La comida llego, y para mi sorpresa era sushi, esperaba un pescado con acompañamientos pero el sushi no está mal, de hecho, me gusta demasiado, Christian lo sabe, toda esa noche fue genial, bromeamos de tantas cosas, reímos de tantas cosas, nos besamos por tantas cosas, mi padre pensaba que estaba con Hope, así que no tenia de que preocuparme, esta noche es solo de nosotros.

—Prométeme que estarás bien –sus ojos demostraban su preocupación –prométemelo –subí mis manos, con los dedos meñiques hice una x mientras que mis manos estaban cerradas en puños menos mis pulgares –que extraña manera de prometer, pequeña –reí – por favor, ten cuidado con Derek

—Lo tendré –le bese suavemente

Baje del auto con mis pensamientos, recuerdo que le darían a Derek cien mil dólares por mí era bastante razón por la cual querer mantenerme cerca, nos habíamos enterado de que Derek y Clara, su prometida, fueron las personas que me mandaron a golpear, mi padre estaba como loco ante ese hecho, lo ponía de peor humor no encontrarlos; me habían dejado en la puerta de Hope, el auto arranco, sin embargo, yo no pude dar un paso más, algo en mi cabeza no estaba bien, todo se tornó oscuro, no era un ataque de ansiedad, me habían golpeado demasiado fuerte.

Ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora