Estoy desubicada en tiempo y espacio, cien mil dólares es demasiado dinero, pero aun así todo lo que hemos pasado, hablado, sentido, ¿es real, no?, tiene que ser, nadie puede fingir sentir algo por otra persona, es imposible, además quien es Christian para tratar de querer alejarme de Derek.
Primero que nada no entiendo porque le creí a Christian, hay una pequeña parte que todavía no le cree, pero hay otra que esta 100% segura de que no fue él, todo estaba tan oscuro que ni siquiera tenía la capacidad de visualizar si lo había visto cerca de él antes, sin embargo los mensajes me hicieron creerlo todo mucho más rápido pero ahora resulta que él estaba con mi padre.
Mi vida se está volviendo tan complicado en solo un día, ¿Qué más va a venir?, el estrés se está apoderando de mi cuerpo, y no sé si me vuelva a dar otro ataque de ansiedad ya son las 4 de la tarde, a diez para las 5 Derek me iría a buscar al mismo lugar donde me dejo, ahora tendré que llamarlo.
Yo me encontraba como un cubo de hielo mientras notaba la calidez y comodidad de Christian hablando con Thomas, la cabeza me dolía, estaba mareada, solo quería irme a casa, pero ya no sabía cuál era, ni siquiera tenía una, sin embargo lo mejor era quedarme aquí, ya no molestaría a Derek y además creo que iría mejor nuestra relación.
La puerta sonó, parecía que todos sabían quién era menos yo, Derek llego hasta el umbral de la sala, no me miro a mí, poso los ojos en Thomas como pidiendo una explicación a tanto cambio, luego cayó en Christian quien con su seguridad logro hacer que en segundo la desviara y pasara hasta mí, no sonrió, era como si no me conociera.
— Qué bueno que hayas podido venir Derek –dijo Thomas mientras lo invitaba a sentarse en el mueble de al lado
— No entiendo que hace ella aquí –no sabía que pensar o como tomar la manera en la que hablo de mi
— Su nombre es Amanda, por si no lo sabes –interrumpió Christian con tanta odiosidad que no entendía el porqué de su indiferencia mutua
— Ya era hora de que mi hija me conociera, así que si estás aquí era solo para que supieras que ella se quedara a partir de hoy en su casa, y no necesito más de ti, fue un placer que me ayudaras
— Igual debes pagarme mi parte –la ojos de Derek posaron de nuevo hasta mi después de escucha mi voz
— Entonces era cierto, ¿estabas conmigo por puro compromiso? –lo enfrente
— Compromiso no, dinero Amanda –el fastidio en su voz era notable, eso me dolió
— ¿Nada fue real?
— No, ¿tú creías en serio que podría estar con una persona como tú? Ni siquiera sabes vestirte con clase, no eres nadie, entre tú y yo nunca hubo un interés, aunque me hubiera gustado el sexo, tu cuerpo es lo único que me excita –palabra por palabra golpearon en mí, pero aun así me di gracias por no ser tan tonta y llorar frente a él
Antes que pudiera si quiera pronunciar una palabra Christian ya había dejado en el suelo a Derek derramando sangre por su nariz y con un diente junto a él, mi cara era de horror pero estaba agradecida por haber callado a ese idiota, soy la persona más ingenua y eso me perturba, todos juegan conmigo como les apetece, primero Christian, luego Derek, incluso Thomas.
— ¿Podrías mostrarme dónde dormiré? –le pedí a Thomas
El cuarto era como para una princesa, era una especie de apartamento, creo incluso que era del tamaño del que hace un mes residía, tenía una cama King, lo sabía por su tamaño, unos muebles de terciopelo negro, un televisor pantalla plana de tal vez 50 pulgadas, en una de las paredes habían dos puertas, una de ellas era el baño, con una tina, un jacuzzi, una regadera, lo más extraño es que las paredes eran de vidrio todo el mundo podía verme, pero note que lo único cercano era muchos árboles, en la otra puerta era un armario, pero no una común, tenía demasiada ropa, podría usar una cada vez que me bañara y nunca repetiría, luego estaban los zapatos, altos, bajos, de cuero, de goma, en el medio había una isla negra con mucho gabinetes, cada uno tenía pulseras, collares, relojes, y en la parte de atrás estaba un inmenso espejo, para desfilar cada traje que usara.
— ¿Te gusta? –escuche una voz demasiada conocida, Christian
— Es demasiado
— Mereces más que esto –se apoyó de la isla
— Merezco que me expliques todo –sonrió
— Puedo hacerlo, pero ahora no
— ¿Por qué?
— Quiero que veas lo mejor de este lugar
Me brindo su mano para llevarme a donde sea que fuese ese lugar que me quería mostrar, la tome con miedo, tenía en mente una sola cosa, dormir para hablar con mi madre, desearía de verdad tenerla cerca para que ella misma me explicara todo esto, que se sincerara, me molestaría por un día tal vez pero ni siquiera menciono el tema, nunca.
Estábamos en la habitación, Christian movió las cortinas de supongo ser las ventanas pero en realidad era una terraza que daba directo al bosque, de hecho tenía una escalera para ir hasta ahí, había una especie de columpio, muchas almohadas en lo que parecía una cama, todo era tan precioso, tan mágico.
— Sabía que te gustaría le dije a Thomas que esta era la habitación para ti –me sonreía
— ¿La escogiste tú? –pregunte
— Escogí cada cosa en este cuarto –no despegaba sus ojos de mi
— ¿Por qué? –pregunte de nuevo
— Porque siento que te conozco demasiado como para dejar que cualquiera haga esto –confeso cansado
— Fui una tonta creyendo en las cosas que decía Derek –confesé, quería hablar con alguien
— A veces nos enamoramos de la persona equivocada –me explico Christian
— ¿Lo dices por experiencia? –pregunte curiosa
— Me enamore de ti, que puedo decir –confeso
— ¿Soy la persona equivocada?
— Si, eres demasiado buena para mí –dijo sin mirarme a los ojos, como si doliera demasiado siquiera verme
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Este es uno de mis capítulos preferidos
#teamChristian
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Ciega de amor
Romance-Es hermoso, es espléndido, es perfecto -dije mientras volteaba a verlo -Tu eres mejor que todo esto -me sonrió -¿Qué me viste? -pregunte de la nada -¿Qué te vi? Todo, iluminas luz hasta en el lugar más oscuro, eres tan decidida, tan impulsiva, t...