[Multimedia: Stand by you • Rachel Platten]
✔Capítulo 22: Cállate y bésame.
Matt.
Caminé hacia donde me había señalado Dani, pero me detuve en seco en cuanto vi a Char. De golpe recordé ese día cuando ella llegó a Farxad triste por ese extraño asunto de la confianza entre Dani y ella que se armó gracias a que su amiga estaba embarazada. Me fue muy fácil traerme a la mente todo lo que sentí al verla triste y devastada por primera vez.
Fue como si, al mirarme a los ojos, sus emociones me hubiesen embargado de repente. Percibí la cantidad de cosas que la estaban atacando por dentro como si fuesen mías, y definitivamente sentí esa peculiar manera que tenía el dolor de manifestarse en mí, como si un puño de metal me estuviese estrujando el corazón o cientos de punzadas me hiciesen daño en el pecho.
En el momento en el que vi a Char, todas esas horribles sensaciones se multiplicaron por mil. Me golpearon con tanta fuerza que fue como si me hubiesen dado una sorpresiva patada en el estómago. Me hicieron querer asesinar a la persona que le había hecho tanto daño como para dejarla de esa manera. Me quedé de pie en mi lugar, con la vista fija en ella como si ya no pudiese alejarla de sus verdes ojos cristalizados, que me miraban con algo que no supe descifrar.
Char estaba sentada en el sofá formada un ovillo, con las rodillas en el pecho y abrazando sus piernas. Usaba solo una camiseta blanca con unos pantalones de mezclilla desgastados. Un gran moratón en su sien izquierda rodeaba lo que parecía un corte reciente, cubierto con una pequeña bandita. Supuse que debió habérselo hecho anoche, lo que me hizo apretar los puños un segundo. También estaba descalza. Y verdaderamente rota.
—Char...
Ella me observaba con sus ojos vacíos, como carentes de vida, todavía con esa expresión que no podía interpretar y que a la vez me asustaba. Estaba completamente inmóvil. Llegué a pensar que podría estar en shock. Durante un momento no supe cómo reaccionar. Me imaginé la cantidad de horrores por los que había pasado sólo convirtiendo sus emociones en hechos. Sabía que era demasiado como para que lo estuviese enfrentando por su cuenta, pero no tenía idea de si quería compañía o prefería estar sola. ¿Qué se supone que decides cuando no eres capaz de descifrar lo que necesita la otra persona?
—Yo... Ehm, hola... —balbuceé como un completo idiota. Me rasqué la nuca como si estuviese nervioso, aunque la verdad era que no sabía qué decir y trataba de buscar algo en mi cabeza que me sacase de esa situación—. ¿Cómo estás?
Char me miró con más de aquello que no tenía idea de lo que era o qué quería expresar justo antes de que yo notase una mínima chispa medio agradable de algo que desapareció tan pronto como surgió. Al darme cuenta de lo que había dicho, me golpeé mentalmente en la frente. Estúpido, ¿cómo crees que está? Sacudí la cabeza para tratar de aclarar mis ideas y dejar de verme como un imbécil. ¡Vamos, Matt! Se trataba de Char; tenía que conseguir hacer algo para que se sintiese mejor, no quedarme mirándola como si eso fuese a ayudarla en algo.
Decidí que las palabras no eran mi fuerte en aquel momento y opté por probar suerte acercándomele. Comencé a caminar hacia ella con cautela, como si fuese un animal herido que no quisiese asustar, pero en cuanto di el primer paso ella finalmente se movió, encogiéndose todavía más en su lugar. Lanzó un grito que sonó terriblemente asustado antes de empezar a sollozar de nuevo.
Por el rabillo del ojo percibí a Dani tensarse y tratar de caminar hacia nosotros, pero Ray volvió a detenerla. Yo me paralicé de nuevo en mi lugar en el momento en el cual me di cuenta de que su reacción se había debido a mí. La observé fijamente, sintiendo la culpa inundarme por dentro como un espeso líquido que me impedía moverme y que me hacía algo más difícil respirar.
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Gracias a un libro
Teen FictionEl libro, según el diccionario, es un conjunto de hojas impresas que forman un volumen ordenado para la lectura. El libro, según Char y Matt, es alguna clase de portal mágico gracias al cual chocaron con la vida del otro, y con el cual acceden a otr...