36 | ¿Todavía quieres que me vaya?

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Capítulo 36: ¿Todavía quieres que me vaya?

Cuando el deseo sobrepasa la razón, la mente humana puede desatar una obsesión mortal”.

–Obsession, dark desires.

Matt.

Creo que nunca había escuchado a nadie más feliz que Oliver Black en cuanto lo llamé para decirle que había hablado con mi padre y que ahora tenía una entrevista de trabajo. Por supuesto que no le hablé de que papá no había estado tan animado frente a mi propuesta de que podría necesitar un empleado más en su tienda, y a mi padre tampoco le aclaré por qué sería una buena idea tener a alguien más aparte de mí. No quería dejar a mi padre solo con la tienda al irme. Papá aceptó a regañadientes, así que ahora solo podía confiar en que Oliver haría lo necesario para conseguir el puesto.

Habían pasado al menos veinte minutos desde que mi padre se fue a la entrevista cuando oí pasos en el pasillo. Creí que había regresado de hablar con Oliver, así que abrí la puerta de mi habitación para preguntarle qué tal había resultado todo, pero las palabras se ahogaron en mi garganta al ver a Brittany fuera de mi cuarto, con la mano en alto como si hubiese estado a punto de tocar. Me sonrió con ternura, aunque yo solo me le quedé mirando, preguntándome cómo había conseguido entrar. Entonces recordé la llave que ella había usado la última vez. Maldición, ¿por qué no se la quité entonces?

—Hola —murmuró casi tímidamente, levantando su mano en un gesto de saludo, antes de bajar la vista a sus pies—. ¿Podemos hablar?

No le respondí. Ella lo tomó como un “sí” y me hizo a un lado para poder entrar a mi habitación. Cerró la puerta y me miró. Había algo en ella que no conseguía acabar de encajar. Tenía las manos ocultas en los bolsillos de su sudadera, y por primera vez en mucho tiempo no la vi utilizando ropa ajustada, como si quisiese lucir más inocente. No había tratado de lanzarse en cuanto me había visto y la forma como estaba de pie frente a la puerta lucía como si quisiese bloquearla. Nunca había sido normal su actitud, pero en ese momento noté que algo andaba mal, sólo que no podía definir qué era.

—¿Qué estás haciendo aquí? —dije al fin, en una pregunta que realmente no sabía cuántas veces le había hecho. Brittany se encogió de hombros antes de intentar acortar distancia lentamente, como con miedo a hacer algo mal y que yo perdiese la paciencia. Di un paso atrás para no dejarla acercarse—. Quiero que te vayas.

—Pero...

—Vete de aquí —la interrumpí, cortante, con una firmeza que nunca creí que podría tener. Sabía que ya no podía seguir estando cerca de Brittany. Tenía una novia ahora; una novia que amaba con todo el corazón, y no podía permitir que ella siguiese entrometiéndose en mi vida. Debía deshacerme de ella de una vez y para siempre—. Escucha, tienes que irte. No sé por qué no lo entiendes, pero estoy tratando de alejarme de ti, ¿sabes? No quiero que sigas viniendo a verme. Quiero que te vayas y me dejes en paz, ¿sí?

—No —respondió, mirándome con el ceño fruncido, como si no entendiese lo que le estaba pidiendo. Volvió a dar pasos hacia mí, pero cuando traté de alejarme, choqué contra una pared—. Matt, no voy a irme. Me prometí que no iba a irme hasta conseguir mi propósito. No puedo perderte. Te amo.

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