43 | Elemental, mi querido Watson

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Capítulo 43: Elemental, mi querido Watson.

Char.

—Me gustaría llamar al estrado a mi tercer testigo, su señoría —dijo Watson. La abogada de Axel bajó la mirada a unas hojas de papel en su escritorio antes de girar hacia mí. Sus ojos se tornaron fríos. Negó con la cabeza y volvió la vista al frente. Watson me miró—. La hermanastra del acusado, Charlotte Stone.

Las palabras consiguieron regresarme por completo a la realidad. Había estado siguiendo el juicio apenas, distraída en la manera como la jueza se movía o mis padres reaccionaban, pero me di cuenta de que ya era mi turno. Noté a todos los presentes girarse y posar sus ojos sobre mí, dándome una atención que de inmediato me hizo sentir incómoda. Matt comenzó a acariciar la palma de mi mano con su pulgar, pero no volví la cabeza para verlo. La jueza asintió con la cabeza como si lo aprobase antes de entrelazar los dedos sobre su estrado.

Derek y Anna me miraron desde sus asientos, tan solo ubicados una fila más adelante. Ellos ya habían testificado, aunque no estaba segura de si habían logrado provocar empatía en el jurado. Anna me miraba sin expresión alguna, como si no supiese lo que tenía que sentir, y Derek tenía un rostro de amenaza y odio. Axel también me observó por sobre su hombro un segundo antes de rodar los ojos y empezar a hablar con Hawk. No había pensado en lo rápido que podría ir mi corazón en ese momento ni en lo nerviosa que me sentiría, pero de todas formas no me arrepentí. Me obligué a mí misma a verme lo más firme posible.

—¿Estás bien? —me preguntó Matt.

—Puedo hacerlo —afirmé con convicción, acomodándome la chaqueta como si quisiese verme profesional y segura. Me puse de pie. Antes de poder avanzar hacia el estrado, Matt me detuvo tomándome del brazo. Volteé para verlo y él me hizo inclinarme hacia su rostro. Me tomó de la barbilla para después unir nuestros labios con suavidad y calma en uno de los besos más tiernos que jamás me había dado.

—Te amo —murmuró antes de soltarme, provocándome una descarga eléctrica por todo el cuerpo que pareció llenarme de energía, como si me hubiesen conectado a algo. Los nervios desaparecieron de inmediato y durante ese pequeño segundo me sentí como si pudiese enfrentar cualquier cosa y vencer. No estaba sola, tenía a Matt. Él era todo lo que necesitaba.

—Señorita Stone, John Watson la ha solicitado como testigo —me llamó la jueza, algo impaciente al ver que me tardaba tanto. Me pareció curioso que el abogado se llamase igual que el compañero de Sherlock Holmes, pero imaginé que sería mejor no mencionarlo. Levanté la vista. Todos seguían mirándome y murmurando—. ¿Podría apresurarse y pasar al estrado?

Miré a la jueza y asentí con seguridad. Caminé hacia la tribuna por el pasillo en medio de los asientos. Aunque intenté evitarlo, de igual forma acabé mirando hacia varios familiares de Cindy y Wilder, que me observaban como si quisiesen gritarme que hiciese justicia. Hawk me miraba como si quisiese encontrar mi punto débil para quebrarme y Watson estaba de pie, esperando para interrogarme. Me senté en el asiento junto al estrado de la jueza, de frente a todos los presentes en la sala. Ella hizo un ademán hacia una puerta a su izquierda, desde la cual un hombre vestido como un oficial de policía se me acercó.

—Levanta la mano derecha —me pidió, lo cual hice. Miré hacia la derecha, donde aproximadamente una docena de personas tomaban nota. Eran el jurado. No habían estado en el juicio preliminar, y me sentí doce veces más observada—. ¿Jura solemnemente decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad?

—Lo juro —respondí. El oficial asintió y se retiró, alejándose hasta ponerse de pie junto a un policía que se me hizo familiar. Entonces este me lanzó una mirada de fastidio y recordé su rostro. Era el mismo hombre que había estado a punto de arrestar a Matt por meterse en el baño de chicas. Tuve que contener una risa, supuse que todavía no había olvidado mi broma.

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