39 | No es tu culpa

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Capítulo 39: No es tu culpa.

Matt.

La señorita Bramson –o como ella me pedía que la llamase, Kelly– abrió la puerta. Crucé con la cabeza gacha y las manos en los bolsillos, preparándome para repetir que no fue mi culpa hasta conseguir creérmelo, pero me detuve en seco al levantar la vista y ver a Char sentada en completa calma en uno de los extremos del sofá. Agarré a Kelly de la muñeca para detener su avance, bajando la mirada para no seguir con la vista fija en el perfil de Char. Kelly se volvió hacia mí, confundida.

—¿Qué hace ella aquí? —cuestioné en un susurro, soltando a mi terapeuta. Kelly miró a Char brevemente antes de dirigirse a mí con una de esas sonrisas tranquilizadoras que siempre llevaba, como si necesitase decirme permanente que era un lugar seguro.

—Hoy es la última sesión, y en ella siempre traemos a una persona cercana al paciente. Ayuda un poco con la tranquilidad —me explicó, haciéndome fruncir el ceño y regresar la vista a Char. Como si Kelly hubiese notado que no me sentía cómodo con la idea, añadió—: Escucha, fue todo lo que logré. Se lo ofrecí a tu amiga, Roxanne, pero ella se negó a venir. En su lugar, hace unos veinte minutos trajo a esa chica como reemplazo. ¿Es tu novia?

Observé a Char. Ella nos veía como si no entendiese por qué no habíamos comenzado ya. Hacía un mes que no la había visto; al menos no desde que fue a mi casa luego del accidente de Morgan para ver si me encontraba bien –básicamente la saqué de allí porque no la quería cerca–, y no pude evitar quedarme mirándola. Estuve tanto tiempo observando sus ojos, su nariz, cada rasgo de su rostro; que empecé a pensar que Kelly seguramente se debía de estar preguntando qué me sucedía con ella, y no quería hablarle también de eso.

—No —respondí finalmente, fijando mi vista en el suelo para no seguir viendo a ninguna de las dos. Percibí que Kelly iba a decir algo, pero decidió callárselo, y en su lugar la voz de Char sacudió todo mi mundo por el simple hecho de escucharla.

—¡Hey! —exclamó desde su lugar. Le eché apenas un vistazo mientras señalaba los asientos vacíos a su alrededor—. ¿Van a venir? Me estoy comenzando a aburrir.

Kelly me observó, como esperando a que yo tomase la iniciativa. Sabía que no tenía opción de igual manera, así que suspiré y me dirigí al sofá, resignado. Rodeé a Kelly y escuché cómo cerraba la puerta del consultorio. Me senté en el extremo opuesto de donde se encontraba Char, y aunque mi cuerpo gritaba que debía acercarme, conseguí permanecer lejos de ella. Entre nosotros apenas si quedaba el espacio de media persona. Pero Char no parecía demasiado de acuerdo con estar lejos. Se deslizó hacia mí hasta acabar con esa distancia.

—Hola, Matt —me dijo para llamar mi atención. Giré la cabeza para verla, y en cuanto sonrió, comencé a preguntarme qué se suponía que estaba haciendo. Había un torbellino de emociones en mi cabeza y no podía entenderlas. No tenía idea de qué debía responderle—. ¿Sabes algo? Luces terrible. Como si no hubieses dormido en días... ¿Estás bien?

—Sí... —balbuceé antes de apartar la mirada y sacudir la cabeza. Char me estaba desorientando; tenía que concentrarme en sobrevivir a esa hora primero. ¿Y se supone que su presencia va a tranquilizarme?—. Sí, lo sé.

—Muy bien, cariño. ¿Cómo te llamas? —interrumpió Kelly, sentándose en su propio sillón y hablándole a Char. Ella desvió sus ojos a la mujer de cabello negro, haciéndome sentir como si me hubiesen quitado un peso de encima.

—Charlotte, señorita.

—Bienvenida —añadió Kelly, sonriente—. Agradezco mucho que hayas venido.

Char asintió justo antes de que yo sintiera sus dedos rozar los míos. Sentí una descarga de electricidad, aunque no podía definir si era agradable o si tenía que alejarme lo más pronto posible antes de acabar carbonizado. Opté por no moverme mientras Kelly tomaba de la mesa de vidrio una carpeta donde había registrado mi avance en las sesiones de las últimas semanas. Le echó un vistazo rápido a los papeles para después sacar uno, dejando los demás en la mesa. Agarró una libreta y un bolígrafo, lista para tomar nota.

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