✔Capítulo 21: Estoy enamorado de ella.
Matt.
El sol se ponía lentamente en el horizonte, coloreando el cielo poco a poco de colores cálidos. Por la ventana se apreciaba un paisaje a lo lejos gracias a la pendiente junto a la cual estaba ubicada la carretera. Oía a mamá cantar esa ridícula canción éxito recién lanzada de Single Ladies, que se escuchaba por la única emisora que tenía señal en medio de la nada, y también mi propia risa resonar en el vehículo cada vez que la veía tratar de hacer la coreografía al tiempo que conducía.
No necesité de mucho más para darme cuenta de lo que sucedía. Maldije internamente, más por el hecho de estar asustado que enfadado. Aquí estaba de nuevo, en la pesadilla. Y siempre que soñaba con mamá estaba obligado a verla morir. Una y otra vez. Ese era el costo por revivir mis últimos momentos con ella: Observar su vida extinguirse de golpe, casi sin aviso; sin poder hacer absolutamente nada para evitarlo. Sin que hubiese absolutamente nadie que pudiese ayudarme.
—¡All the single ladies! All the single ladies. ¡All the single ladies! All the single ladies —gritaba ella todo lo fuerte que le era posible al tiempo que movía la cabeza con el ritmo. Me observaba por el espejo retrovisor, haciendo gestos graciosos como si la canción fuese para mí. Yo me reía mientras veía cómo hacía cosas con las manos para intentar bailar sensualmente. Bueno, todo lo sensual que se puede bailar frente a tu hijo de nueve años—. ¡If you liked it then you should have put a ring on it! ¡If you liked it then you should have put a ring on it!
—Mamá, ya basta —le pedí con una sonrisa, observándola señalarme en el reflejo del espejo y guiñarme el ojo, mientras cantaba exageradamente los “oh's” del intermedio entre las estrofas. Negué con la cabeza, resoplando—. Sabes que odio esa canción.
—Sí, bueno, no es mi culpa que seas un niño amargado, Mattie —me respondió ella sacándome la lengua en forma de burla antes de regresar a tomar el volante con las dos manos y mirar hacia la carretera. Volví a reír.
Por alguna razón, mamá se comportaba como una niña infantil el tiempo en el cual no tenía nada de qué preocuparse. Me recordó a Char. Sentí una punzada de tristeza y dolor en el pecho. Las dos chicas más importantes que había tenido en mi vida, las dos que más quería. Y las dos me habían dejado. Genial.
—Aunque, ¿sabes? Deberías dedicársela a papá —añadí, abandonando mi puesto en la ventana de atrás para colocarme en el espacio que había entre el asiento del conductor y el del acompañante. Ella me miró con una sonrisa traviesa—. Quizás capte la indirecta y finalmente puedan casarse.
—Claro. Si le canto en frente que debería ponerle un anillo tal vez lo entienda —contestó enseñándome su mano derecha. Movió su dedo anular de arriba abajo con diversión, arrancándome otra sonrisa. Volvió al volante, y como ya se hacía de noche, encendió las luces del auto, revelando la polvorienta carretera que iba dirección al parque natural—. Cuando lleguemos al campamento te prometo que le daré un concierto personal.
Jamás llegaremos al campamento.
—¿Cuando lleguemos al campamento podemos comer algo? Tengo hambre —le dije con un quejido lastimero antes de apoyar la barbilla en el asiento del copiloto. Ella giró en una curva para después mirarme con los ojos entrecerrados. Me di cuenta de que estaba por reprenderme porque hace poco habíamos cenado; pero me encargué de poner mi mejor puchero para ablandarla, por lo que su gesto dibujó una sonrisa.
—Mattie, a veces pienso que nunca dejas de tener hambre —respondió tratando de verse molesta, pero no estaba en su naturaleza enfadarse con nadie. Sonreí tiernamente, a lo que contestó apretándome la nariz con cariño—. Igual te amo. Recuérdalo siempre, ¿vale? —añadió. A veces hacía eso; como si nunca fuesen suficientes las muchas veces que me lo decía, y yo solía responderle con un “Yo también”, pero en ese momento tenía hambre, así que me limité a asentir con un sonido afirmativo. Ella se inclinó hacia la izquierda para poder alcanzar la guantera—. Creo que hay algo de comida aquí...
ESTÁS LEYENDO
Gracias a un libro
Teen FictionEl libro, según el diccionario, es un conjunto de hojas impresas que forman un volumen ordenado para la lectura. El libro, según Char y Matt, es alguna clase de portal mágico gracias al cual chocaron con la vida del otro, y con el cual acceden a otr...