44 | Más besos, más caricias, más de él

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[Multimedia: Still Falling For YouEllie Goulding]

Capítulo 44: Más besos, más caricias, más de él.

Matt.

Abrí la puerta de la habitación con cuidado y entré tratando de no hacer demasiado ruido para no despertarla. Cerré detrás de mí y volví la cabeza hacia la ventana, desde la cual la luz de la luna apenas si iluminaba lo suficiente como para permitirme caminar a través de la habitación sin chocarme con nada. Volteé a ver de nuevo a mi novia y comencé a acercarme a paso silencioso hasta lograr sentarme en el borde de la cama.

Char dormía tranquilamente, cubierta con sábanas blancas hasta debajo de los brazos, como si las estuviese abrazando. Su cabello rojo ya no estaba tan prolijo como en la mañana, sino disperso por toda la almohada, y el perfil de su rostro parecía de marfil gracias a la luz que daba en su piel pálida. Sus labios rosados estaban entreabiertos y le daban a su rostro ese pequeño toque de color. Respiraba profundamente, y se veía tan apacible que por un momento deseé tumbarme junto a ella y abrazarla durante el resto de mi vida. Quería protegerla. Quería que permaneciera así por siempre. Quería mantenerla lejos de todo lo malo que había en el mundo... Pero sabía que eso era imposible. Siempre habría algo de lo que no lograría salvarla.

La sala del juicio se había vaciado poco a poco. No vi a Derek en ningún momento. Char se quedó consolando a Anna hasta que consiguió que dejase de llorar y yo me acerqué a las dos cuando dejaron de abrazarse. Salimos del tribunal dirección al auto de Anna, quien se ofreció a llevarnos de vuelta cuando nos dimos cuenta de que Ray ya había abandonado el edificio. Char dijo que podría estar con Dani, quien no asistió porque estaba con Gin en algún asunto familiar. Anna no quiso esperar a su esposo. Dijo que trataría de hablar con él para hacerlo entrar en razón. Yo esperaba que funcionase; no quería a mi novia en la misma casa con un sujeto que podría matarla.

Ya había dejado de preocuparme por Derek cuando él apareció. Se acercó a nosotros sin hacer ruido, y solo me di cuenta de que estaba detrás cuando agarró a Char bruscamente del brazo. Ella se dio la vuelta casi como si fuese a darle una patada, pero Derek fue más ágil y levantó su mano demasiado rápido como para detenerlo. Le dio una bofetada tan fuerte que le hizo girar la cara y lanzar un grito. Anna se llevó las manos a la boca de la impresión. La ira me embargó tan violentamente que apenas pude pensar. En un impulso, di un paso al frente y respondí con un golpe al arrogante rostro de Derek. Un segundo más tarde ya lo había tomado de los hombros y le había dado un rodillazo en el estómago.

Me quedé de pie con los puños apretados mientras él se doblaba del dolor frente a mí. No iba a permitir que golpease a Char de esa manera nunca. Hubiese seguido golpeándolo de no ser porque alguien tomó mi brazo para detenerme, alejándome de Derek. Creí que había sido Char, pero al girarme me di cuenta de que en realidad se trataba de Anna. Me dedicaba una mirada suplicante. Observé a Derek, enfadado, pero me aparté de él y Anna se acercó de inmediato hasta tomarle la cara entre las manos y revisársela. Tenía el pómulo algo hinchado, pero eso no le impidió mirarme como si fuese a matarme.

Acaricié con mi pulgar la mejilla de mi dormida Char con cariño hasta llegar a la comisura de su boca, la cual estaba levemente curvada hacia arriba como si estuviese teniendo un buen sueño. Me gustaba verla como si estuviese feliz. Recordé que cuando Char me tomó de la mano para alejarnos de sus padres antes de que Derek pudiese recomponerse, tenía el rostro alarmado, lo que consiguió inquietarme un poco. Char había estado en muchas otras situaciones similares con Derek y siempre se había mostrado como si quisiese encararle. Pensé que quizás estaba asustada de verdad.

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