Día de Mar

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Quedo con mirada penetrate ante el hermoso cielo, recordando la pregunta de Cesar.

-¿Si soy feliz a tu lado, preguntas? – le devuelvo una pregunta.
-Si nena, ¿eres feliz conmigo? – pregunta y no quita su mirada del camino.
Para entonces me levanto del asiento  quitándome el sombrero para que el viento no se lo lleve, saco mi cabeza por el sunroof, gritando a todo pulmon.

-Claro que soy feliz, te quieroooo Cesar – grito alzando mis manos dejando que el viento rodee mi rostro siento una paz, para entonces Cesar a tocado mi culo, reacciono sentandome de piernas cerradas, he sentido una corriente dentro de mi. Le quedo viendo y me brinda su cara coqueta.

-Gracias nena- me dice besándome la mano izquierda.

Ya llevamos kilómetros lejos de casa, para cuando ya puedo observar el mar, se ve tan hermoso, todo esta tan perfecto. Bajo el cristal para escuchar el choque de Olas contra las piedras, jamás pensé venir al mar en estos dias, mas aun con Cesar.

-Te ahogare un rato- dice interrumpiendo mi pensamiento.
-Que tierno.. de tu parte- replico.
-Lo siento nena era una pequeña broma.
-Esta bien, te disculpo si me compras un helado- digo encogiendo mis hombros.
-Bueno, tu ganas – dice mientras busca una heladería.
-Gracias – replico.
-Listo encontre una – se a parca y baja.

Para cuando regresa con helado de cuatro pisos es un loco solo consigo reírme se ve delicioso.

-Para la mujer de mis ojos- dice al mismo tiempo que siento derretirme con esas palabras y lo delicioso que se ve ese volcán de helado.
-Gracias muchas gracias- le doy un beso como recompensa, ingreso de inmediato una cucharada grande, siento el sabor a chocolate con nueces y una variedad de sabores.

-Avioncito, avioncito le hago mientras comparto varias cucharadas.

Ya culminando mi helado, ingresa una llamada a Cesar.

-Nena, espérame en el otro coche donde esta mis padres – prácticamente me lo ordena, bajo mirándole directamente a los ojos
-Otra vez, tus estupidas llamadas – digo tirando la puerta con fuerza, pero el solo queda callado y se marcha.

Voy camino al coche donde se encunentra la familia de Cesar, subo y de inmediato siento otro ambiente, calido, pero no cambio por nada los ambientes, toxicos y amoros que conllevo con Cesar.

-Emma ¿Qué ha pasado? – me pregunta la hermana.
-Pues Cesar a tenido que contestar una llamada y me a pedido que venga con ustedes ¿ espero no les moleste? – digo un poco confundida.
-¡Pero que dices! Tu siempre seras bienvenida a esta familia, Cesar de seguro tuvo que contestar alguna llamada de negocios, recuerda que en la tardes trabaja con papa y es como su mano derecha – me explica la hermana de Cesar mientras mira a su madre con preocupación, como si Cesar ocultara algo.

El me atrapó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora