Tu, Yo Y El Mar

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-¡Bueno! ya ha de regresar ¡no!- digo mientras encojo mis hombros.

Han pasados minutos y seguimos en el coche todos esperando que Cesar regrese, para entonces ya a pasado otros minutos mas, de repente el papá de Cesar nos propone a todos bajar diciendo que ya le llamara a su hijo para comunicarle donde vamos a estar.

Una vez abajo nos dirigimos
camino a una cabaña subimos al segundo piso, que hermosa vista el mar tan perfecto y el sol tan radiante, pasan los segundos para cuando llegan a tomarnos el pedido, pido un batido de coco el resto, cocteles con nombres afrodisiacos.

Pasan cinco minutos y mi batido de coco a llegado junto con Cesar.

-Hola papá he tardado porque me han llamado de la empresa, sobre el negocio que debes cerrar y he ido a cómprale un terno de baño a Emma que no ha traído – le explica a su padre.

Todos escuchamos el motivo de su demora, pero de inmediato mis mejillas se enrojan de saber que a dicho a los cuatro vientos que me a comprado un Terno de baño debe estar loco, eso no se dice pero ellos actúan de lo mas normal y me tranquiliza un poco.

-Me parece lindo detalle -le dice su madre, sonriendo.
-Gracias amor – replico, mientras me levanto a darle un delicado beso.
-Bueno entonces me robo un momento a Emma que se va a poner esto,y después todos al mar – le dice a todos y ala de mi mano llevándome al coche sin dejar que me disculpe al levantarme de la mesa.

-¡Cesar estas loco! me van a ver, exijo que me lleves a un vestidor – le ordeno.
-No nena nadie te vera sube al coche – de inmediato le hago caso para entonces el aire acondicionado a refrescado mis mejillas rojas.
-No mires – le digo mientras me quito la blusa y mis senos quedan al aire.

El me atrapó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora