El me atrapó

Lo que paso despues, narrada por Emma

Con el pasar de los días, César evolucionaba con chicas en receso, como si les pagara por estar junto a él cada media mañana, sus modales si es que algún día los tuvo an cambiado, como también cambio su peinado, ya a estas alturas hay rumores que su teléfono llena la capacidad de imágenes de mujeres en poca ropa, también se comenta en los pasillos del instituto que sus noches son en la calle y el lujoso choche de mamá le a chocado, lo más curioso es que siempre lo hace para que llegue a mis oídos todo paso incorrecto que comete. Ya no es el mismo, o eso es lo que nos hace creer, pero creo más en el destino que en sus actos para alejarme, días atrás los maestros nos an hecho trabajar en grupo, pues para suerte mía, mi compañero de tareas en las tardes es César, voy a su casa muy seguido, estudiamos juntos pero es como si él no existiera, e intentado en esas horas de grupo en la casa de César, hablarle sobre lo que hace o lo que hecho, pero es absurdo, pasa de mi. Si tan solo se diera cuenta de cuánto le Amo en realidad, y lo que hice para estar junto a él en las tardes. Deje mi trabajo a medio tiempo, me pareció más importante ayudarle a que no pierda el año y verle su rostro cada tarde. Aún no sabría si César se a enterado de lo sucedido con mi trabajo ¿que le hecho? Nada, sólo e sido muy buena con él, se a confiado de tenerme siempre a su lado.

Mi cuerpo ya reacciona como un robot, llegan las 15:00 pm y se que es hora de estar en su casa, una tarde de las tantas que fui algo que nunca se borrara de mi mente, subí a su habitación donde después de su drástico cambio no volvió a dejarme pasar, pues esa tarde subí, tenía la corazonada más rara que una mujer solo una mujer sabría tener en momentos de presentimientos... estaba tirado en el suelo de su habitación sangre derramada por doquier, su hermosa camisa celeste de rayas estaba rasgada, sin una media, esa tarde me lleve el susto más horrible de mi vida, ver a la persona que Amo tirada sin vida, que fue lo que pensé en ese momento... ese mismo día César no asistió a clases, de inmediato me imaginé mil y un cosas en tan sólo segundos, mis lágrimas ya llenaban un vaso, camine rápidamente a cogerle su rostro su bello rostro, el cual estaba lleno de sangre, le gritaba si me escuchaba le gritaba tan fuerte y odiaba esa inmensa casa que ni el eco de mi voz lo sentía, tome el teléfono de César con el cual llame a una ambulancia, la cual llegó junto con los padres de César, su madre gritaba mi nombre y el de César, preguntaba una y mil veces que había sucedido pero mi cabeza estaba más pendiente de el amor de mi vida el cual estaban llevando en aquella ambulancia, sin preguntar subí... para cuando ya estaba César siendo ingresado nos prohibieron el paso a todos, y fue entonces cuando hable con su madre y con lágrimas en los ojos le pregunte; porque su hijo estaba actuando de maneras indiferentes a lo que era al principio de conocerle en el instituto. Le platiqué de la tarde que le había encontrado tirado en suelo que ya no podía más con el amor que siento hacia el hijo de ella; sus ojos dejaron de llorar y me miró de una forma tan inexplicable, pero fue ahí donde lo poco o mucho que ella sabía llego á mis oídos.