Hola Soy Cesar, como llegue a escribir aqui? Acontinuacion lo sabras...

32 5 5
                                    

Encontré el Diario de Emma, mi querida Emma quien no me recuerda, tome ese diario, más no por atrevimiento si no porque sabía que ella escribía algo más aya que materias de clases, le encantaba escribir, amaba la poesía, porque hablo en tiempo pasado porque Emma no recuerda lo buena que era en todo.

Dicen que siempre hay que escuchar las dos versiones; Está es mi versión.

El mismo día en que Emma se decepcionará de mi en su totalidad, al salir corriendo del aula fui el primero en ir detrás de ella, pero ya era tarde, estaba desmayada en el cuarto escalón del instituto. De inmediato la lleve en mis hombros pidiendo el carro de mi abuelo, uno de los socios del instituto. La lleve de inmediato a emergencias, después fueron llegando familiares de Emma que jamás conocí y mis Padres quienes la aprecian mucho, por el gran cambio que logró en mi y lo buena chica que es.

La mamá de Emma me prohibió la entrada en aquella clínica, decía que soy la maldición de su hija.

Pero mi madre se quedó ahí y era la que me mantenía al tanto sobre Emma.

Como quería a esa mujer y como la quiero, la amé desde el primer día que se burlo de mi peinado y sus ojitos que brillaban de alegría en aquella formación, Emma radiaba ternura, la sentía inalcanzable. A pesar del dinero y las mujeres que era consiente que se podían acercar a mi, la belleza de Emma tapaba dinero y estabilidad social.

Ese mismo día que no me dejaron ingresar a la clínica, regrese al instituto a dejar el carro de mi abuelo y sin pensarlo me dirigí al aula, pero ya no se encontraba nadie solo una mochila con puntitos de colores que daba vida aquella aula gris, como lo hacía Emma darle vida a mis días grises. Guarde todos sus cuadernos, pero hubo uno que llamo mi atención su pasta color rosada con muñequitas y un pequeño candado hicieron que mi curiosidad se expandiera.
Lleve su mochila a mi casa, tome un taxi mientras luchaba rompiendo aquel candado, lloraba por no poder estar junto a ella tocando sus blancas manos.

Al llegar a casa subí a mi habitación dejándola con seguro, tome un vaso de leche que tenía en mi pequeña nevera, me quede en calzoncillos, listo para ver que guardaba Emma en aquel cuaderno que las chicas le llaman "Diario" estaba seguro que si eran cosas de su familia no lo leería, pero lo primero que encontré en su pasta fue mi nombre "César" entonces empecé a leer, desde su alarma mañanera hasta como nos íbamos conociendo, Emma me sorprendía con cada palabra que colocaba sobre lo que sentía por mi, mis lágrimas caían mojando sus hojas de papel, los hombres también lloramos chicas, lo que me hizo llorar aún más fue que ella nunca me comentó de que trabajaba en las tardes y lo dejo ¡maldita sea! lo dejo por ayudarme por pasar conmigo en las tardes de tarea en casa lo dejo por mi. Nunca lo supe hasta ahora que lo leí en su pequeño Diario, ella estaba trabajando para poder comprase su teléfono y ayudar a su mamá ¡Dios! Que hice porque nunca la ayude porque no vi sus necesidades, me gaste el dinero en alcohol y salidas. Pero aún no es tarde, la impotencia de salir corriendo y levantarla de esa cama decirle que la amo... aún llevo la mitad de su historia escrita en este Diario y no puedo más con las ganas locas de besarla y decirle que soy solo suyo...




AGRADECERÍA SUS ESTRELLITAS Y COMENTARIOS CHICOS

El me atrapó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora