El me atrapó

Mamá de Emma

Para cuando la voy abrazar a mamá, ella cae suavemente en el suelo dejando su lindo rostro lleno de lagrimas frente al mio, ¡que a pasado! Mi cuerpo empieza a hormiguear.

-¡Mama! ¡mama!, mamaaa respóndeme – mis lagrimas no se detienen mamá no se levanta- Mamá dime algo – salgo corriendo a la calle gritando que necesito ayuda.

- Ayuda, ayuda por favor por.. favor – no paro de llorar no puedo respirar mis lagrimas salen mas fuertes y mamá sigue en el suelo y no se que hacer.

Llega Martha ayudarme con otros vecinos, y detrás de ellos una ambulancia. Martha trata de calmarme y vamos en su coche detrás de la ambulancia, sigo llorando se me hace eterno llegar a la clínica.

Me encuentro llorando en una esquina de aquella sala de espera, nos tienen esperando, mis lagrimas no paran, sin poder si quiera haberle dado las gracias a mamá por ser tan buena conmigo

-Bebe, Emma – Cesar me susurra.

-Cesar, mi mamá –digo con lagrimas en los ojos.. Cesar me abraza fuerte y se sienta junto a mi en el suelo, inclino mi cabeza en su hombro.

-Sol, me ha llamado me ha contado todo, tranquila nena – dice mientas me soba la cabeza. Que detalle tan hermoso que este el aquí conmigo. Pero de inmediato recuerdo lo de mamá no reacciona y un fuerte dolor en el pecho me invade.

Después de una hora sale el doctor a informarnos que mamá tubo un desmayo las causas fueron explicadas para entonces ya mi ansiedad de preocupación bajo a uno estaba más tranquila solo fue un desmayo que puede ocurrir a cualquier persona por falta de descuidos alimenticios en fin.. nos comunica que los exámenes que se le realizaron estan perfectos esta bien, pero si nos advierte que mamá necesita absoluto reposo. Mis lágrimas salen más fuerte pero esta vez de felicidad por un momento pensé que perdería a mamá.

-Te dije nena todo saldría bien – dice Cesar con una sonrisa mientras se levanta  no se a dónde se dirige solo sé que quiero ir a ver a mamá.

Entro a la habitación, la veo que sus ojitos estas abiertos y tiene una mirada que nunca la borrare de mi vista sus ojos verdes son lo más hermoso que he visto que hermosa verla.

-Estas vivita y para mí – digo besándole la frente, le hago saber que me asusto ella quiere hablar pero el doctor nos dijo que total reposo y eso para mí va en serio tanto así que le hago señas a mamá con los dedos llevándolos a su boca y diciéndole que no diga nada.

-Te amo princesa – replica mi grandiosa madre, Mientras sonríe.

Cesar ingresa junto con Martha la mamá de Sol.
-Cesar ha pagado todos los gastos de la clínica ¡Emma! que buen chico tienes – dice Martha lanzándome un guiño.

Pero mis mejillas de inmediato se tornan de naranja, la vergüenza se apodera de mi.

-Cesar, podemos hablar fuera – le digo con una voz autoritaria. El me sigue y estamos en el pasillo.

-Emma si me vas a reclamar porque he pagado ahórrate todo eso. Dice cogiéndome los labios con sus dedos
-Gracias – y siento como mi cuerpo se lanza sobre él y una gran descarga de alivio sale de mi cuerpo.

Mientras sigo pegada en su pecho abrazada, alzo mi cabeza y le miro directamente a los ojos, muero por besarlo pero sale Martha y es ahí cuando noto que la mirada de Martha es un tanto extraña debe ser por la escena que estoy dando abrazada con Cesar.

De regreso con mamá estamos en el carro de Cesar, al llegar me ayuda a dejarle en su dormitorio.

Cesar a estado al pendiente de todo.

Pero mamá le pide un favor a Cesar y es que la llevemos esta vez a la finca donde vive la abuela, de inmediato lo miro porque yo tengo clases y no sabría cómo salir de haya. Pero como ella está siempre en todo ya le había pedido a Martha que se de unas vueltas en casa, mamá me hace preparle una maleta de ropa, por el bien de ella y descanso no me importa nada más, hago caso y me dirijo a su armario saco la ropa más fresca que pueda y se la ordeno dentro de su maleta, mamá le dice a Cesar que no sabría cómo agradecerle tanta atención, y el solo sonríe haciéndonos saber que lo hace de corazón.
Camino a la finca de la abuela saludamos, ella ya estaba informada por Martha que iríamos y que mamá va a pasar unos cuantos días acá, a Cesar, parece que el campo no es mucho de su agrado empieza a rascarse sus brazos acercándose a mí y preguntándome cuanto tiempo demoraríamos, le informo que unos veinte minutos más y nos iremos a diferencia de mí que amo la naturaleza, el campo el olor a madera, caballos. Por un momento me imagino a Cesar y a mi viviendo en el campo pero me rio de inmediato.

-Esa risita a que se debe, Emma – replica Cesar.
-Nada solo que me he imaginado verte en un caballo – digo soltando una risa.
-Muy chistosa, blanca nieves – dice y yo de inmediato le miro con cara de duda, y el solo se ríe.
-Porque dices eso ¡dime Cesar! – Digo cruzando los brazos y haciendo mis pucheros.
-¡Acaso! no te has visto tu piel es hermosa blanca como la nieve y tus labios rojos eres como ella, pero con cabello claro – me lo cuenta como si de pequeño le contaran cuentos de niños se sabe la historia, me rio y lo miro le gusta mi físico y sé que mi forma de ser también. Juntamos miradas y nos empezamos a reír

-Te as escuchado, lo que dices se te ve tierno - digo sonriendo y moviendo su pelo con mis dedos.

-Bueno Emma tengo que irme, te vienes conmigo – me dice con un tono extraño.

《Cambio de estado de animo》