Dias antes de que Emma deje de escribir.

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Mientras César se mantenía arrodillado y con anillo en mano, agarra de mi brazo izquierdo sosteniendo con gran fuerza para entonces ya mis compañeras de clases suspiraban de amor. Sin temor a doblegarme le mire a los ojos, pero el dolor que causaba su mirada dolía más que cualquier otra cosa, nadie podrá entender el amor que llevó hacia César no lo podría describir, pero sabía que no podía bajar la guardia. Recuerdo haberle dicho que no se humille más, que me responda una sola cosa y era ¿como pretendía casarse conmigo esperando un hijo con la mamá de Sol?  Ese fue el detonante, Sol, César y los demás compañeros se quedaron en pausa, nadie dijo nada pero los ojos de Sol me mostraron su asombro y eso demostró que ella no estaba enterada de lo sucedido con su Madre.

Como pedida de boca ingresa Rosa quien tiempos atrás fue a mi fiesta de cumpleaños acompañada de César. Rosa sonrío y me miró su mirada estaba llena de odio y al votar su veneno solo aclaró más la decepción que tenía por César, en sus palabras de veneno recuerdo a ver escuchado que César estuvo con ella el mismo día de mi cumpleaños. Y además grito

-Emma mi querida Emma, Porque mejor no le preguntas a César por la apuesta que el y yo realizamos... - voto su veneno Rosa con risas y su mirada penetrante en César.

César se mantenía callado y para entonces ya estaba de pie.

La mitad de mi aula de clases se levantaron y replicaron;
-César debes decirle la verdad...

Que verdad no lo sabía pero estaba apunto de saberla, hasta que César me agarro fuerte por detrás y no me soltaba, me repetía una y mil veces que me lo contaría todo, pero que por favor lo saque del aula, decía que no se sentía bien y que solo necesitaba estar a solas conmigo.

Martha y Sol habían salido del instituto a pasos apresurados, mientras me encontraba atada de los brazos de César. Lo que se me hacía difícil de creer fue que la mitad de la clase sabían de una apuesta a la cual ya me sentía humillada.

Natasha me miró y pidiendo disculpas replicó
-Todos apostamos que César estaría contigo en menos de un mes Emma, lo siento mucho yo apenas te conocía cuando lo hicimos.

Salí tan deprisa que no me fijé en las escaleras.

El me atrapó Donde viven las historias. Descúbrelo ahora